Por Ana Lucía Hernández y José Gerardo Mejía
La pelea del sábado pasado en el estadio La Corregidora de Querétaro no acabó en la cancha ni en las tribunas. Hoy, aficionados de los Gallos del Querétaro reciben amenazas de muerte y se ocultan por miedo a futuras agresiones.
En los hospitales, la vigilancia a los heridos fue extrema y quienes salieron del estadio en camilla siempre estuvieron custodiados.
Esta batalla entre aficionados del Atlas y del Querétaro trastocó la vida en la ciudad y ha puesto en el centro del debate la difusión de imágenes en redes sociales de personas heridas e inertes.
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