AP.- El gobierno de Rusia comunicó este miércoles que los líderes de las provincias Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania, pidieron asistencia militar para defenderse de las que calificaron como agresiones del gobierno del presidente Volodimir Zelenski.
Zelenski declaró un estado de emergencia nacional en medio de los crecientes temores de una invasión total de tropas que supuestamente enviará el mandatario Vladimir Putin. En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, convocó a las Naciones Unidas de manera urgente.
“Se ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debido al llamado de las administraciones de Donetsk y Luhansk a Rusia para que les brinde asistencia militar, lo que es una escalada adicional de la situación de seguridad”.
Los temores de una inminente ofensiva rusa contra su vecino se dispararon después de que el presidente Putin adelantó la autorización para usar la fuerza militar fuera de su país, y países como Estados Unidos respondieron con sanciones económicas.
El portavoz del Kremlin (sede presidencial de Rusia), Dmitry Peskov, dijo que los jefes rebeldes le escribieron a Putin, “rogándole que interviniera” después de que bombardeos ucranianos “causaron muertes de civiles y paralizaron infraestructura esencial”.
El llamamiento se produce después de que Putin reconoció la independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk, respaldadas por Rusia y tras tratados de alianza con ellos.
En Ucrania, los legisladores aprobaron el decreto del presidente Volodymyr Zelenski que impone el estado de emergencia por 30 días a partir del jueves.
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Con este, las autoridades pueden imponer toques de queda y restricciones de movilidad, demás de bloquear mítines y prohibir partidos y organizaciones políticas “en interés de la seguridad nacional y el orden público”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores desaconsejó viajar a Rusia y recomendó a los ucranianos que se encuentren allí que se vayan de inmediato, bajo el argumento de que la agresión de Moscú podría conducir a una reducción significativa de los servicios consulares.
