AP.- Incluso si Rusia no invade Ucrania en los próximos días, la crisis está llegando a un punto de inflexión crítico con la estabilidad europea y el futuro de las relaciones Este-Oeste en juego.
Una convergencia de eventos durante la próxima semana podría determinar si el estancamiento se resuelve pacíficamente o si Europa está en guerra. Están en juego la arquitectura de seguridad de Europa posterior a la Guerra Fría y los límites acordados desde hace mucho tiempo sobre el despliegue de fuerzas militares y nucleares convencionales allí.
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“Estos próximos 10 días serán críticos”, dijo Ian Kelly, un diplomático de carrera jubilado y ex embajador de Estados Unidos en Georgia que ahora enseña relaciones internacionales en la Universidad Northwestern.
El gobierno de Biden dijo el viernes que podría ocurrir una invasión en cualquier momento, con una posible fecha límite para el miércoles, según la inteligencia recogida por Estados Unidos, y Washington estaba evacuando a casi todo el personal de su embajada en Kiev, la capital de Ucrania.
Una llamada telefónica entre el presidente Joe Biden y el líder ruso Vladimir Putin el sábado no hizo nada para aliviar las tensiones. Biden y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, hablaron el domingo.
Incluso antes de las últimas advertencias y movimientos diplomáticos de Estados Unidos, los analistas vieron esta como una semana crítica para el futuro de Ucrania.
“Rusia y Estados Unidos se acercan al punto máximo del conflicto de intereses con respecto a la forma futura del orden europeo”, dijo Timofei Bordachev, director del Centro de Investigación Europea de la Escuela Superior de Economía de Moscú. “Las partes pueden emprender acciones entre sí que irán mucho más allá de lo que se consideraba admisible recientemente”, dijo en un análisis reciente.
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En la próxima semana, Washington y la OTAN esperan la respuesta formal de Moscú luego de que rechazara sus principales demandas de seguridad, y los principales ejercicios militares rusos en Bielorrusia, realizados como parte de un despliegue cerca de Ucrania, terminaran. El destino de las tropas rusas ahora en Bielorrusia será clave para juzgar las intenciones del Kremlin.
Al mismo tiempo, los Juegos Olímpicos de Invierno en China, a menudo citados como un posible elemento disuasorio para la acción rusa inmediata, concluirán el 20 de febrero. Aunque los funcionarios estadounidenses han dicho que creen que podría tener lugar una invasión antes de esa fecha, todavía se considera importante la fecha.
Y el próximo fin de semana se llevará a cabo una importante conferencia de seguridad internacional en Munich, a la que asistirán la vicepresidenta Kamala Harris, el secretario de Estado Antony Blinken y altos funcionarios europeos.
Putin ha advertido a Occidente que no retrocederá en su demanda de mantener a Ucrania fuera de la OTAN. Si bien Ucrania ha aspirado durante mucho tiempo a unirse, la alianza no está dispuesta a ofrecer una invitación.
Aún así, sostiene que si Ucrania se convierte en miembro y trata de usar la fuerza para recuperar la península de Crimea anexada por Moscú en 2014, Rusia y la OTAN entrarían en conflicto.
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Su ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, ha pedido a las naciones occidentales que expliquen cómo interpretan el principio de la “indivisibilidad de la seguridad” consagrado en los acuerdos internacionales que firmaron. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo el viernes que no aceptaría una respuesta colectiva de la Unión Europea y la OTAN, insistiendo en una respuesta individual de cada país.
Buscando contrarrestar el argumento de la OTAN de que cada nación es libre de elegir alianzas, Moscú acusó a la OTAN de violar el principio y poner en peligro la seguridad de Rusia al expandirse hacia el este.
“Las demandas audaces de Rusia y el rechazo igualmente contundente de Estados Unidos han empujado la agenda internacional hacia la confrontación más que nunca desde el apogeo de la Guerra Fría”, dijo Bordachev.
Argumentó que las relaciones más estrechas con China han fortalecido la mano de Moscú. “Cualesquiera que sean los objetivos que Rusia pueda perseguir ahora, puede planificar su futuro en condiciones de una ruptura total de los lazos con Occidente”, dijo Bordachev.
Los funcionarios rusos han enfatizado que la negociación de un acuerdo sobre Ucrania depende directamente de Estados Unidos y que los aliados occidentales simplemente siguen las órdenes de Washington.
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