El patinador mexicano Donovan Carrillo es el hombre del momento luego de su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno en los que hizo historia al convertirse en el primer latinoamericano en clasificar a una final de patinaje artístico y terminar en el lugar 22.
Con apenas algunas horas de descanso, el tapatío se mostró satisfecho con su desempeño en Beijing 2022 y autocrítico por algunos titubeos en su rutina; sin embargo, destacó que es apenas el inicio de un proceso en el que anhela ser destacado en el patinaje, al tiempo de que se le reconozca su calidad humana.
“Muchas veces nos tenemos que caer para aprender y de Beijing me llevo mucho aprendizaje, las presentaciones no salieron 100 por ciento bien pero tengo tiempo para prepararme porque tengo en la mira Milán 2026.
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“En cuanto a los deportistas que más admiro son muchos, pero por supuesto Checo Pérez, el ‘Canelo’ Álvarez, que son exitosos en lo que hacen pero también como personas… Romel Pacheco, también”, dijo Donovan en entrevista con el programa ‘Me lo dijo Adela’ de El Heraldo TV.
El tapatío resaltó que más de la mitad de su vida (tiene 22 años) le llevó cumplir el sueño de competir en una justa olímpica y ahora solo le toca ver para adelante.
“Han sido 14 años de preparación para estar en ese momento. Traté de disfrutarlo al máximo por todo lo que está detrás. De corazón les agradezco a todas las personas por sus mensajes, realmente me motivaron para dar lo mejor en mis primeros Juegos Olímpicos. Tengo claro en qué debemos trabajar para aspirar a cosas más grandes.
“Lejos de afligirme por las negativas de muchas personas que en lugar de ayudar querían perjudicar, les quise demostrar que los límites nos los ponemos nosotros mismos”, añadió.
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“SE ME SALÍA EL CORAZÓN”
Por su parte Diana Suazo, la madre de Donovan, relató cómo vivió la competencia y qué sintió en el momento en el que su hijo tuvo un titubeo que lo hizo caer en la pista: “Sentía que se me salía el corazón, quería meterme a la pista y levantarlo”.
Y añadió lo difícil que fue alejarse del patinador desde que tenía 12 años: “Fue muy doloroso, pero siempre hay que enseñar a los hijos que tienen que volar, uno como padre no puede cortarles las alas, al contrario, siempre hay que enseñarles lo bueno”, puntualizó en la entrevista referida con Adela Micha.
