La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), como parte de las investigaciones que realiza en el caso del cuerpo del bebé hallado en un basurero del penal de San Miguel en Puebla, informó que el menor falleció el pasado 6 de enero en un hospital de la alcaldía Iztacalco debido a problemas congénitos.
La información fue ofrecida por el vocero de la FGJ-CDMX, Ulises Lara López, que en una transmisión en redes sociales explicó que el menor nació en el Estado de México, y al presentar problemas de salud fue llevado al hospital de la Ciudad de México para ser atendido.
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“En el nosocomio fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones por padecimientos en el sistema digestivo, pero lamentablemente no resistió y falleció el pasado 6 de enero, por una infección generalizada”, dijo Lara López.
El mismo día que se registró su deceso, el bebé de tres meses fue inhumado en un panteón localizado en la alcaldía Iztapalapa, de donde el cuerpo fue sustraído para aparecer el 10 de enero en un basurero del penal de San Miguel, en Puebla.
Tras ser hallado en el penal, el cuerpo del bebé fue trasladado a la Ciudad de México la noche del sábado para ser sepultado nuevamente, informó la FGJ-CDMX.
“Ayer por la noche, el cortejo fúnebre viajó de la ciudad de Puebla a la capital del país, para sepultar los restos del recién nacido”, se lee en el comunicado que la fiscalía capitalina difundió el domingo.
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La Fiscalía aseguró que brinda acompañamiento jurídico, económico, psicológico y social a los padres del menor de edad y que, tras la denuncia por exhumación del cadáver, la investigación en curso se está ampliando.
Personal ministerial, peritos y detectives de la Policía de Investigación realizaron este sábado una inspección en el cementerio de Iztapalapa, así como entrevistas con personal del lugar.
El caso ha sacudido a México desde la semana pasada, cuando la asociación civil Reinserta denunció el hallazgo del bebé en el penal. Según explicó la ONG, un interno que trabajaba en los contenedores de material de plástico reciclable, conocido como PET, encontró el cuerpo del bebé cubierto con cal y dentro de una bolsa.
