La inflación en México se ubica peor que en 2017, durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, cuando ocurrió el “gasolinazo”, aseguró este miércoles el director de la Red de Pobreza Multidimensional (MPPN por sus siglas en inglés), Gonzalo Hernández Licona.
Durante una entrevista en Así las Cosas con Carlos Loret dijo que, a diferencia de la inflación de hace cinco años, ahora el país enfrenta no sólo el aumento en los precios de las gasolinas, sino en otros rubros. Según su estimación, esto dejó desprotegido a los sectores más vulnerables de México en medio de la crisis sanitaria de la Covid-19.
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La inflación interanual de México cerró el año pasado muy por encima de la meta del Banco de México, con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en el 7.36%, de acuerdo con del Inegi.
Al cierre del 2021, la gasolina Magna en México aumentó 14% respecto al cierre del 2020, variación que es el doble de la inflación nacional, mientras que para la gasolina Premium el aumento durante el mismo lapso fue de 22.1%, es decir, tres veces la inflación general.
“La cuesta de enero siempre ha sido una realidad, los precios empiezan a aumentar por muchas razones, en esta ocasión, la pandemia es un factor que ha aumentado la inflación y ha afectado especialmente a los alimentos”, dijo el también exsecretario del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Detalló sobre el denominado “gasolinazo” que el incremento de precios de 2022 no se compara al que hubo en la administración del priísta Enrique Peña Nieto.
“Los que estamos viendo es un incremento incluso más alto que en el 2017 (…) Hoy y tenemos el incremento de las gasolinas, de los energéticos, de las materias primas y le está pegando a todo, especialmente a los más pobres, que son los que menos se pueden proteger”, abundó Hernández Licona sobre la inflación actual.
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Por otra parte, Licona también habló sobre la desaparición del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol). Este dijo que “es parte del proceso en este gobierno de tratar de eliminar cualquier proceso de la acción civil en donde el gobierno quiere ser el único que intervenga”.
“Indesol ayudaba a las asociaciones civiles que a veces conocen mejor las necesidades de las poblaciones que ayudan que el propio gobierno, lo que el gobierno hacía era un trabajo de coinversión. Quitarlo es un mensaje de que no nos interesa trabajar con la sociedad civil, no nos interesan los intermediarios”, explicó Licona.
Con información de Reuters
