AP.- La nueva variante Ómicron que se acelera en todo el mundo puede traer otra ola de caos, amenazando con exigir aún más a los trabajadores de la salud de Estados Unidos que ya luchan con un aumento de casos por Delta y cambiar los planes de vacaciones por segundo año consecutivo.
La Casa Blanca insistió este miércoles en que no había necesidad de un confinamiento porque las vacunas están ampliamente disponibles y parecen ofrecer protección contra las peores consecuencias del virus. Pero incluso si Ómicron resulta menos grave en general que Delta, puede desarmar algunas de las herramientas disponibles para salvar vidas y poner a las personas inmunodeprimidas y de edad avanzada en un riesgo particular a medida que comienza un ataque rápido contra Estados Unidos.
“Nuestro aumento de Delta está en curso y, de hecho, se está acelerando. Y además de eso, vamos a agregar un aumento de Ómicron”, dijo el Dr. Jacob Lemieux, que monitorea las variantes para una colaboración de investigación dirigida por la Escuela de Medicina de Harvard.
“Eso es alarmante, porque nuestros hospitales ya se están llenando. El personal está fatigado“, lo que deja una capacidad limitada para una posible reducción de casos de Covid-19” debido a una ola Ómicron superpuesta a una oleada Delta“.
Lo más probable es que, él y otros expertos dijeron en una conferencia de prensa el martes, ya se está produciendo un aumento de Ómicron en Estados Unidos, con el último coronavirus mutante superando la capacidad de la nación para rastrearlo.
Según las muestras recolectadas la semana pasada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) dijeron que Ómicron representaba aproximadamente el 3% de los coronavirus secuenciados genéticamente a nivel nacional. Los porcentajes varían según la región, siendo los más altos (13%) en el área de Nueva York / Nueva Jersey.
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Pero los expertos de Harvard dijeron que es probable que estos sean subestimados porque Ómicron se está moviendo tan rápido que los intentos de vigilancia no pueden mantenerse al día.
A nivel mundial, más de 75 países han informado casos confirmados de Ómicron. En Estados Unidos, 36 estados han detectado la variante. Mientras tanto, Delta está aumentando en muchos lugares, con puntos calientes en Nueva Inglaterra y el medio oeste superior. Los cinco estados con el promedio móvil más alto de casos de dos semanas por cada 100 mil habitantes son New Hampshire, Rhode Island, Michigan, Minnesota y Vermont.
Las universidades cierran abruptamente las aulas durante la semana de exámenes finales y las infecciones se multiplican a un ritmo acelerado. Tanto la NBA como la NHL han tenido que posponer partidos, y la NFL tuvo su peor brote de dos días desde el inicio de la pandemia, con decenas de jugadores infectados.
Fuera de Estados Unidos, el presidente de la Unión Europea dijo que Ómicron se convertirá en la variante dominante en un mes y declaró que “una vez más, esta Navidad se verá ensombrecida por la pandemia”.
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Los científicos de todo el mundo se apresuran a comprender Ómicron, que tiene una gran cantidad de mutaciones preocupantes en regiones importantes de su estructura genética que podrían afectar la forma en que se propaga de persona a persona. La rapidez con la que se duplica el número de casos, lo que se conoce como “tiempo de duplicación”, puede dar una idea de cuál podría ser la carga de la enfermedad en unas pocas semanas.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo el miércoles que los primeros datos sugieren que Ómicron es más transmisible que Delta, con un tiempo de duplicación de aproximadamente dos días.
En Gran Bretaña, donde los casos de Ómicron se duplican cada dos o tres días, se espera que la variante reemplace pronto a Delta como la cepa dominante en el país.
El miércoles, Reino Unido registró el mayor número de nuevas infecciones confirmadas por Covid-19 desde que comenzó la pandemia, y el director médico de Inglaterra advirtió que es probable que la situación empeore a medida que Ómicron impulse una nueva ola de enfermedades durante las vacaciones.
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“Los datos del Reino Unido son bastante alarmantes en este momento” y presagian lo que vendrá en Estados Unidos, dijo Bronwyn MacInnis, director de vigilancia genómica de patógenos en el Instituto Broad del MIT y Harvard. Por ejemplo, dijo, el martes por la tarde, Ómicron ya era la variante más común en Londres.
En muchos sentidos, Ómicron sigue siendo un misterio. Están surgiendo indicios de Sudáfrica, donde se informó por primera vez, lo que indica que puede causar una enfermedad menos grave que Delta, pero que puede evadir mejor las vacunas.
Pero MacInnis advirtió: “Hay mucho más que no sabemos sobre esta variante que lo que sabemos, incluida la gravedad”.
Al mismo tiempo, dijo Lemieux, parece haber menos herramientas para combatirlo. Algunos tratamientos con anticuerpos monoclonales no funcionan tan bien contra Ómicron en las pruebas de laboratorio, dijo Lemieux. Las vacunas parecen ofrecer menos protección, aunque los funcionarios de los CDC dijeron que las vacunas de refuerzo fortalecen esa protección.
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El Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, dijo el miércoles que no hay necesidad, por ahora, de una vacuna de refuerzo específica de Ómicron. Las vacunas de ARNm de dos dosis, las inyecciones de Pfizer y Moderna, todavía parecen ofrecer una protección considerable contra la hospitalización por Ómicron, dijo Fauci.
“Si no tuviéramos estas herramientas, te diría que te preocupes mucho, mucho”, dijo Fauci.
Jeff Zients, coordinador de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos tiene las herramientas para combatir el virus, incluido Ómicron, y que “no hay necesidad de confinamientos”. Con las vacunas disponibles ahora para el 95% de los estadounidenses, “sabemos cómo mantener abiertos las escuelas y nuestros negocios. Y no vamos a cerrar”.
Los funcionarios de salud pidieron a los estadounidenses que se vacunen, reciban sus inyecciones de refuerzo, usen cubrebocas en interiores y se hagan la prueba antes de viajar y antes de las reuniones festivas.
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“La capacidad hospitalaria ya se encuentra en un punto de ruptura en muchos estados debido a los casos graves de Covid-19”, dijo Michael Fraser, director ejecutivo de la Asociación de Funcionarios de Salud Estatales y Territoriales, en un comunicado.
Dado el alto nivel de transmisión, MacInnis dijo que indudablemente habrá casos graves.
“No importa cuán severamente afecte a las poblaciones sanas, completamente vacunadas y reforzadas, afectará aún más a los más vulnerables entre nosotros”, dijo. “Por lo tanto, los ancianos, los inmunodeprimidos y otras poblaciones vulnerables seguirán estando en mayor riesgo y seguirán soportando la peor parte”.
