Sanciones de EU a Centroamérica convierten a China en un aliado atractivo para la región, aseguran analistas

Sanciones de EU a Centroamérica impulsan a la región con China como país aliado
Ma Zhaoxu es representante de China ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York. Foto: Shutterstock

Reuters.- Un aluvión progresivo de sanciones estadounidenses contra altos funcionarios centroamericanos ha convertido a China en un socio atractivo para los gobiernos que se resisten a la presión de Washington para abordar la corrupción y el retroceso democrático en la región, dijeron funcionarios y analistas.

La tendencia fue impulsada esta semana cuando Nicaragua restableció lazos con Pekín, rompiendo una relación de larga data con Taiwán, aliado de Estados Unidos y que depende en gran medida del reconocimiento diplomático de países pequeños.

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Otros países centroamericanos también están cortejando a China.

El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ratificó el nuevo acuerdo de cooperación económica de su país con China a principios de este año después de que Washington pusiera a sus colaboradores cercanos en una lista negra de corrupción.

Bukele, quien esta semana acusó a Washington de exigir “sometimiento absoluto o nada”, celebró en mayo que China había realizado inversiones públicas de 500 millones de dólares “sin condiciones”.

La decisión de Nicaragua de abrazar a China siguió a una serie de sanciones contra asesores del presidente Daniel Ortega luego de su reelección para un cuarto mandato consecutivo en una campaña llena de arrestos de las principales figuras opositoras.

Si bien el caso de Nicaragua es “único” en Centroamérica debido a su inclinación cada vez más autoritaria, el aislamiento internacional de Ortega jugó un papel en su cambio hacia China, según un alto funcionario estadounidense, quien señaló: “A medida que se endurecen las sanciones, buscan otras vías y socios económicos”.

La presión de Estados Unidos sobre funcionarios centroamericanos va desde la revocación de visas hasta las sanciones del Departamento del Tesoro, aislándolos del sistema bancario mundial. Washington también está preparando cargos penales contra dos importantes aliados de Bukele.

Pekín ofrece un respiro a la presión estadounidense, una estrategia que anteriormente ha arrojado un salvavidas económico a líderes aislados de Occidente en otras partes de la región, incluida Venezuela, dijo R. Evan Ellis, profesor de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos.

China, al perseguir sus intereses económicos estratégicos, está manteniendo a los populistas autoritarios en el poder, lo que lleva a una región que es cada vez menos democrática”, opinó Ellis.

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Con el objetivo de rechazar los avances de China en la región, funcionarios estadounidenses han intentado vender a otros países una imagen de Pekín como un socio poco confiable para las naciones desesperadas por inversiones para impulsar sus economías tambaleantes.

Calificando las inversiones de China en todo el mundo como una “diplomacia de la deuda”, los funcionarios estadounidenses alegan que Pekín deja a las naciones más pobres inundadas de deudas.

Pekín, que refuta tales afirmaciones, dice que trata a sus aliados como socios igualitarios y no se entromete en sus asuntos internos, una perspectiva atractiva para los líderes en una región donde Estados Unidos históricamente ha ejercido una gran influencia.

Sin embargo, en privado, los líderes empresariales guatemaltecos, por ejemplo, temen que la persecución de las élites políticas por parte de Estados Unidos lleve a los funcionarios del gobierno a buscar aliados más indulgentes.

Aún así, el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, quien no fue invitado a una cumbre estadounidense sobre democracia esta semana, viajó a Washington de todos modos y prometió su lealtad a Taiwán.

En Honduras, el gobierno de la presidenta electa, Xiomara Castro, se ha comprometido con Taipéi por ahora y ha mantenido estrechas relaciones con Washington, a pesar de haber prometido un giro hacia China durante la campaña electoral.

Estados Unidos ha acogido con satisfacción esto, y el alto funcionario estadounidense dijo que Washington está dispuesto a proporcionar una “oleada” de ayuda para apoyar a Castro a cumplir con su promesa de aliviar la situación económica de Honduras.

Aún así, algunos aliados de Castro, incluido Rodolfo Pastor, un miembro de su equipo de transición, aseguró que su país debe mantener sus opciones abiertas sobre China, abrigando la posibilidad de que Honduras reconozca a Pekín en el futuro. 

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