Agente de la DEA, condenado a 12 años de prisión por asociarse a cártel colombiano

Agente de la DEA condenado a 12 años de prisión por conspirar con cártel colombiano
Foto: AP

AP.- Un agente antinarcóticos estadounidense que solía ser ejemplar y que se valió de su puesto para darse una vida de lujo con automóviles caros, fiestas en yates y joyería de Tiffany fue sentenciado el jueves a más de 12 años, en una cárcel de Estados Unidos, por asociación delictuosa con un cártel colombiano para lavar dinero.

José Irizarry, al que se le acusa de vincularse con el crimen organizado reconoció sus delitos, pero culpó a excolegas de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) de promover una cultura de corrupción que lo hizo insensible a las implicaciones de infringir la ley.

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“Cuando mi cliente ingresó a la DEA fue entrenado en cómo ser corrupto, fue entrenado en cómo infringir la ley”, declaró su abogada María Domínguez. “En este universo alterno se volvió más fácil y menos sospechoso aceptar dinero y regalos” de parte de informantes criminales que trabajaban con la agencia antinarcóticos.

Al dictar su sentencia, la jueza de distrito Charlene Honeywell, expresó su disgusto con la DEA por sus deficiencias, y dijo que otros agentes corrompidos por “el atractivo del dinero fácil” también deberían ser investigados.

“Esto tiene que terminar”, declaró la jueza. “A usted le tocó ser descubierto, pero para este tribunal es evidente que hay más personas”.

La DEA declinó comentar sobre las afirmaciones de Irizarry. Los fiscales han descrito sus delitos como un “escandaloso quebranto de la confianza del público”.

El caso genera interrogantes sobre si sus excolegas en la oficina de campo de Miami, donde Irizarry inició su actividad delictiva, también se valieron de sus puestos al tratar con los informantes secretos, que cada año mueven decenas de millones de dólares en dinero ilícito bajo la supervisión de la DEA.

En documentos presentados ante la corte, Domínguez reveló que, desde el arresto de Irizarry el año pasado, se ha reunido con los fiscales durante “horas interminables” para proporcionar información sobre las actividades ilegales de “colegas agentes policiales que lo iniciaron en la vida delictiva”.

La DEA se ha visto sacudida por repetidos casos de conducta ilegal en los últimos años, incluidos agentes acusados de fraude electrónico, soborno y venta de armas de fuego a narcotraficantes.

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La DEA contrató a Irizarry, de 47 años, y le permitió manejar transacciones financieras delicadas incluso después de que reprobara un examen del polígrafo, se declarara en bancarrota y mantuviera estrechos vínculos con un presunto responsable de lavado de dinero, quien se convertiría en el padrino de las hijas gemelas del agente con su esposa colombiana.

Irizarry se declaró culpable el año pasado de 19 cargos federales, incluido el de fraude bancario, y admitió que utilizó su experiencia en lavado de dinero para llevar una vida de lujo que, según los fiscales, fue financiada con 9 millones de dólares que él y sus cómplices desviaron de investigaciones encubiertas sobre blanqueo de dinero.

Las ganancias ilegales incluían un anillo de diamantes de Tiffany de 30 mil dólares para su esposa, coches deportivos de lujo y una casa de 767 mil dólares en la ciudad caribeña de Cartagena, además de residencias en el sur de Florida y Puerto Rico.

Irizarry ha dicho que las cuentas bancarias en cuestión constituían un “fondo para sobornos”, que generaba ingresos, para viajes oficiales y personales de agentes policiales federales, fiscales estadounidenses y fuentes confidenciales.

Domínguez dijo que Irizarry aceptó la responsabilidad plena por sus actos, pero señaló que la cantidad que él obtuvo gracias a la asociación delictuosa nunca superó los 600 mil dólares.

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