Muere el alemán Horst Eckel, último sobreviviente del Milagro de Berna de 1954

Eckel y Walter fueron los únicos que jugaron todos los partidos del Mundial de 1954. (Foto: Reuters).
Eckel y Walter fueron los únicos que jugaron todos los partidos del Mundial de 1954. (Foto: Reuters).
Eckel era el último jugador con vida de la selección de Alemania Occidental que ganó el Mundial de 1954, conocido como el Milagro de Berna.

AP.- Horst Eckel, el último integrante con vida de la selección de Alemania Occidental que se coronó campeona en la Copa del Mundo 1954 en Suiza, que se conoció como el Milagro de Berna, murió el viernes a los 89 años.

La Federación Alemana de Futbol anunció el fallecimiento de Eckel sin ofrecer la causa de muerte.

Eckel fue uno de tan solo dos jugadores de Alemania Occidental que participaron en todos los partidos cuando el conjunto completó el llamado Milagro de Berna al vencer 3-2 en la final a Hungría, que llegó al torneo como amplia favorita.

Fritz Walter, el capitán del equipo, fue el otro. Walter era compañero de Eckel en el club Kaiserslautern y mentor del mediocampista de 22 años —el más joven en el plantel de Alemania Occidental. 

La victoria en la Copa del Mundo significó el regreso de Alemania al escenario del futbol internacional después de la Segunda Guerra Mundial. Las selecciones alemanas quedaron excluidas del Mundial de 1950.

Era un futbolista excepcional“, destacó Otto Rehhagel, exjugador del Kaiserslautern y técnico, durante el festejo del cumpleaños 85 de Eckel en 2017.

EL GALGO

Eckel tuvo su primera participación por Alemania Occidental en noviembre de 1952 tras ser detectado por el técnico de la selección, Sepp Herberger, jugando con el Kaiserslautern en un partido amistoso frente al Schalke. Eckel anotó dos goles y fue recomendado por Walter, quien supo aprovechar los incansables embistes de su compañero por la banda derecha.

Corre como un perro galgo“, dijo Walter a Herberger.

El apodo se le quedó y Eckel fue conocido a partir de entonces como el “Galgo” por su figura espigada y su determinación a correr, una característica que ayudó al Kaiserslautern a conquistar dos títulos de liga a inicios de la década de 1950. Eckel solía jugar como lateral derecho o mediocampista de banda derecha, pero también podía ocupar un papel como mediocampista central.

Eckel participó en 32 partidos para Alemania Occidental, siendo el momento más exitoso en la final de la Copa del Mundo de 1954, que trascendió en la historia como el Milagro de Berna. La Federación Alemana de Futbol rindió tributo a Eckel el viernes por “borrar del partido” al armador húngaro Nandor Hidegkuti en esa final.

AMOR AL JUEGO

El éxito en el Mundial no alteró mucho la situación de Eckel a sus 22 años. Tenía un salario mensual de 320 marcos alemanes (76 dólares en ese entonces) con el Kaiserslautern y necesitaba otro empleo para sobrevivir.

Hubo reportes de que el club Bristol City ofreció a Eckel 20 veces más de lo que ganaba con el Kaiserslautern, pero no hubo manera de convencerlo a dejar al equipo.

“Sé que actualmente nadie entendería por qué no cambié de club. Pero yo no jugaba futbol por dinero. sólo quería ser un buen jugador, eso era todo“, comentó Eckel a la revista Kicker en 2017. “Yo hasta habría pagado por jugar para el Kaiserslautern”.

Comparte esta nota