AP.- La representante republicana Liz Cheney, de Wyoming, dijo este martes que el expresidente Donald Trump está en guerra “con el estado de derecho y la Constitución”. Además, aseguró que los legisladores republicanos que se sientan en silencio están ayudando en sus esfuerzos.
Cheney, una crítica de Trump que es vicepresidente de un comité del Congreso que investiga la insurrección del Capitolio del 6 de enero, dijo que el desafío ahora es si los ciudadanos cumplirán con su deber y “defenderán la Constitución y defenderán la verdad”.
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“¿Pondremos el deber a nuestro juramento por encima de la política partidista o apartaremos la mirada del peligro y la amenaza, aceptaremos las mentiras y permitiremos al mentiroso?”, Cheney preguntó, hablando en un evento de la Primera Enmienda en New Hampshire. “No hay un área gris cuando se trata de esa pregunta, cuando se trata de este momento. No hay término medio”.
Cheney fue uno de los 10 republicanos de la Cámara de Representantes que votaron para acusar a Trump de incitar a la insurrección del 6 de enero. Cientos de partidarios de Trump empujaron violentamente a la policía, irrumpieron en el edificio del Capitolio de los Estados Unidos e interrumpieron la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales en un intento inútil por mantener a Trump en el cargo.
Su feroz crítica a Trump y su insistencia en que el Congreso investigue el ataque al Capitolio resultó en que fuera destituida de su puesto como presidenta de la conferencia republicana y la llevó a un serio desafío en las primarias en casa. Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney, ha enmarcado a Trump y la insurrección del 6 de enero como una lucha existencial por el Partido Republicano y por la democracia misma.
“Esta nación necesita un Partido Republicano que se base en la verdad”, dijo a la multitud en el evento de los Premios de la Primera Enmienda de la Escuela de Comunicaciones Nackey S. Loeb en el Instituto de Política de New Hampshire en Manchester. La multitud la saludó con corteses aplausos y no hubo manifestantes fuera del evento.
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Pidió un Partido Republicano “que plantee nuestros ideales y nuestras políticas basadas en el fondo, uno que esté dispuesto a rechazar las mentiras del ex presidente. Uno que esté dispuesto a decir la verdad de que millones de estadounidenses han sido engañados trágicamente por el ex presidente Trump, quien hasta el día de hoy continúa usando un lenguaje que sabe que provocó violencia el 6 de enero“.
Cheney comentó que ha escuchado sobre personas que restan importancia a la insurrección del 6 de enero y dicen que “no fue un gran problema porque nuestras instituciones resistieron”.
“A esas personas les digo, nuestras instituciones no se defienden. Nosotros, el pueblo, los defendemos”, dijo. “Nuestras instituciones se celebraron el 6 de enero porque había hombres y mujeres valientes, funcionarios electos en todos los niveles de nuestro gobierno que cumplieron con su deber, que defendieron lo que era correcto, que resistieron las presiones para hacer lo contrario”.
Algunos funcionarios del Partido Republicano en Wyoming anunciaron en agosto que ya no reconocerán a Cheney como miembro del partido debido a su voto para acusar a Trump. Varios también han anunciado planes para desafiar a Cheney el próximo año. Trump ha respaldado a la abogada de Wyoming, Harriet Hageman, para el puesto.
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Cheney, por su parte, ha informado de una recaudación de fondos récord, que supera con creces la cantidad recaudada por sus competidores.
El martes, el comité de la Cámara de Representantes del 6 de enero emitió citaciones a otros 10 exfuncionarios que trabajaron para Trump al final de su presidencia, incluida la secretaria de prensa Kayleigh McEnany y el asesor principal Stephen Miller.
