De acuerdo con cifras divulgadas este lunes por la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar), en lo que va del año este organismo ha recibido 37 mil 849 solicitudes de asilo por parte de migrantes haitianos, lo que representa un aumento exponencial comparado con registros anteriores.
Esta cifra es mayor a las 5 mil 500 peticiones de asilo reportadas en 2019 y las casi 6 mil en 2020. El repunte en las solicitudes de migrantes haitianos es parte del motivo de que la Comar esté totalmente sobrepasada, como ha reconocido su titular, Andrés Ramírez, en varias ocasiones.
Cerca de 25 mil de estas solicitudes de asilo de migrantes haitianos se registraron en los últimos tres meses (agosto, septiembre y octubre).
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La cifra se multiplicó después del asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse en julio pasado, aunque muchos migrantes llegaban a México desde Sudamérica, donde también se endurecieron las opciones para regularizarse.
La cantidad de haitianos que piden refugio en México supera incluso a la de los migrantes hondureños, que hasta el momento son 33 mil 500. En los últimos años, Honduras encabezaba esta lista.
Sin embargo, los migrantes haitianos son los más rechazados por el gobierno mexicano: solo el 40% reciben algún tipo de protección.
En total, la Comar ha recibido 108 mil peticiones de asilo por parte de migrantes, cifra menor a las 70 mil 346 de 2019. El retraso en los trámites para gestionarlas, sobre todo en las oficinas de Tapachula, Chiapas, es lo que conllevó una a serie de protestas por parte de miles de haitianos.
A finales de septiembre, en un rincón de la frontera entre México y Texas, más de 15 mil haitianos instalaron un improvisado campamento en territorio estadounidense que puso en jaque a los gobiernos de ambos países y provocó duras críticas por los métodos de disuasión a caballo utilizados por la Patrulla Fronteriza. Ese campamento era solo una pequeña parte de los más de 100 mil haitianos que, según cifras de autoridades panameñas, han cruzado el país centroamericano en lo que va de año rumbo a Estados Unidos.
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Amnistía Internacional, junto con Haitian Bridge Alliance, Asylum Access y el mexicano Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, denunciaron hace unos días que todos los países de América están dando la espalda a los haitianos mientras la situación política y económica continúa deteriorándose en su país con violaciones de derechos humanos, secuestros y violencia generalizada.
Aunque esta situación debería impedir los retornos de haitianos a su país, según las convenciones internacionales de protección a los migrantes, desde el 19 de septiembre más de 11 mil de ellos han sido devueltos desde la región, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
De ellos, 8.200 fueron retornados en 77 vuelos desde Estados Unidos y otros 400 interceptados por la Guardia Costera estadounidense. Desde México fueron trasladados 325 y el resto fueron devueltos desde otros países caribeños.
Aquellos que permanecen en México tienen complicado regularizar su situación. Según los datos de la Comar, solo el 40% recibe algún tipo de protección frente a la aceptación masiva que se da a los venezolanos (se aprueban el 97% de sus peticiones) o del 87% de las de hondureños.
El motivo, según denunciaron las organizaciones antes mencionadas, es que México no considera que estas personas huyen de una violencia generalizada, cosa que el gobierno sí reconoce de Honduras, Venezuela o El Salvador. El argumento es difícil de sostener, insisten las ONG en su informe, pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se escuda en que la mayoría salieron de Brasil o Chile, lugares donde no se da esa violencia.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, al igual que otras agencias de la ONU, ha pedido que se busquen alternativas regionales para ofrecer opciones diferentes a estos migrantes que puedan desatascar el embudo en el que se ha convertido el sistema de asilo en México.
Con información de AP.
