El 29 de octubre de 2018, cuando aún era candidato electo a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador anunciaba con fanfarrias que, luego de una consulta ciudadana, se había decidido construir el Aeropuerto de Santa Lucía y se cancelaba la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
En tres años, hizo el compromiso, estarían listos tres aeropuertos funcionando en el Valle de México, con sus vías de interconexión y un tren suburbano.
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“La decisión es obedecer el mandato de los ciudadanos, de modo que en tres años se van a construir dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía. Se va a mejorar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y se va a reactivar el aeropuerto de Toluca. De esta manera vamos a resolver en poco tiempo la saturación del actual aeropuerto de la Ciudad de México. La decisión que tomaron los ciudadanos el día de ayer es racional, democrática y eficaz”, dijo entonces el ahora mandatario.
Hoy se cumple la fecha, hoy sería el día en el que estarían funcionando la dos nuevas pistas de la base aérea de Santa Lucía, ahora rebautizada como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y las carencias se acumulan.
Fue el 17 de octubre de 2019 cuando el aeropuerto cambió de fecha de inauguración, a marzo de 2022. En el evento donde se dio el banderazo de inicio de las obras, el titular del Ejecutivo aseguró que la edificación de la nueva terminal civil se terminaría en dos años y medio “gracias a la capacidad ejecutiva que tiene la Sedena“.
Pero más allá de las fechas, existen aún preguntas alrededor de este proyecto, el cual reporta un 75% de adelanto en su construcción y que seguramente será inaugurado sin importar el estado de avance.
La opacidad ha sido el sello de esta que es una de las obras prioritarias para el gobierno actual y que no detuvo ni en recursos ni en operación pese a la pandemia de la Covid-19.
En ese octubre de 2018, el presidente electo señalaba que “una de las primeras ventajas que se tienen con Santa Lucía, en términos económicos, el gobierno federal se va a ahorrar con esta decisión inteligente, sabia, de los ciudadanos, alrededor de 100 mil millones de pesos”.
Sin embargo, el costo de la obra se ha incrementado dos veces desde su plan original. El pasado 10 de septiembre, el general ingeniero Ricardo Vallejo Suárez aceptó que el proyecto de inversión del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se “ha incrementado dos veces”. Además, señaló que la obra ha tenido que enfrentar múltiples incrementos en los costos.
“Es cierto que en la página oficial de Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el portal del sistema de cartera de proyectos de inversión, el monto original del proyecto de inversión se ha incrementado dos veces, basado en la indexación realizada automáticamente para proyectos plurianuales por lo que el monto en dicha página ha variado en base a la inflación”, dijo durante la conferencia matutina en Presidencia.
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La polémica por la operatividad técnica de Santa Lucía ha sido constante y aún queda una gran lista de dudas sobre la viabilidad de la obra:
A la fecha no existe información sobre el tipo de calificación de este aeropuerto que, para ser internacional, tendrá que obtener el grado 4E de OACI para recibir aeronaves tan grandes como el B777-300 y debería obtener calificación máxima para el equipo de rescate y extinción de incendios.
El gobierno federal no ha proporcionado ningún dato o proceso que se haya comenzado para lograr las certificaciones del anexo 14 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), dependencia de la ONU y en la que los 195 países que la integran deben cumplir con normas estrictas de operación.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes no ha informado si la OACI ya avaló las características físicas de la construcción, de plataformas, las pistas, los estacionamientos o la restricción y eliminación de obstáculos.
Es desconocido si la OACI ha certificado el sistema de radio ayudas para la navegación, movimiento de personal y vehículos en área de maniobras, comunicaciones, sistemas eléctricos, mantenimiento y zonas de uso restringido, especialmente tomando en cuenta que será un aeropuerto civil-militar.
Hasta el momento también se ha omitido dar claridad sobre el papel de administración general y operativa del aeropuerto Felipe Ángeles por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
A la fecha en el AICM tienen funcionamiento 23 compañías aéreas y sólo dos con mayor operación de vuelos nacionales han respondido que estarán dispuestas a absorber los costos operativos de trasladarse a esa nueva terminal: Volaris y Aerobús.
Este es el video del 29 de octubre de 2018:
