El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió este viernes al gobierno de México que posponga los proyectos de nuevas refinerías y reformar del oneroso plan de pensiones de Petróleos Mexicanos (Pemex), además de alentar la participación del sector privado en la generación de electricidad debido a que el país enfrenta un “costo humanitario, social y económico muy alto por la pandemia“.
“La economía mexicana está recuperándose de la desaceleración más profunda sufrida en décadas (…) No obstante, México está sobrellevando un muy elevado costo humano, social y económico”, advirtió el FMI. Además, el organismo hizo hincapié en el exceso de mortalidad de más de medio millón de fallecimientos probablemente vinculados a la Covid-19.
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Y aunque el FMI reconoce la economía mexicana apunta a crecer 6.2% en 2021 y 4% en 2022 advierte que “el subempleo permanece por encima del máximo alcanzado durante la crisis financiera mundial; más de 4.5 millones de personas más están desempleadas, subempleadas o dispuestas a trabajar(…) Los niveles de pobreza, que ya eran altos, han aumentado más”.
En su comunicado final de la Misión del Artículo IV, el Fondo también recomienda al gobierno mexicano aumentar el gasto y realizar una reforma fiscal progresiva, eliminar la tasa cero del IVA y modificar la política de subsidios a las gasolinas.
En cuando a Pemex, el FMI indicó que deben aplicarse medidas para contener los crecientes costos de las pensiones y se debe reformar el plan de negocios.
“Las pérdidas de Pemex están generando una carga para los contribuyentes y están impidiendo que se destinen recursos fiscales a fines más productivos. Los pasados escándalos de corrupción destacan la importancia crítica de reforzar la gestión de gobierno y los procesos de adquisiciones dentro de la empresa”, alerta el reporte.
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“El apoyo adicional a Pemex debe conllevar una nueva estrategia que asigne prioridad a objetivos financieros (por ejemplo, concentración en yacimientos rentables, venta de activos no esenciales, postergación de planes de nuevas refinerías y reforma del oneroso plan de pensiones) y que incremente la transparencia. Las asociaciones con empresas privadas permitirían aprovechar conocimientos especializados y ayudarían a gestionar los costos”, indica el FMI.
En materia de energía eléctrica, el Fondo pide un giro en la política que fomente la competitividad y la inversión. “Los precios de la electricidad que pagan las empresas son notablemente más caros que los de Estados Unidos y muchas otras economías emergentes (…) la fiabilidad del suministro de electricidad es una preocupación creciente. Para fomentar un sector energético más económico, fiable, sostenible y competitivo convendría (…) incentivar la participación del sector privado en la generación de electricidad y la distribución de hidrocarburos y reforzar la red de electricidad”, indica.
