California se convirtió este sábado en el primer estado de Estados Unidos en determinar que los grandes almacenes deben exhibir productos como juguetes y cepillos de dientes con género neutro, una victoria para los defensores de la comunidad LGBT que dicen que los tonos rosados y azules de los métodos tradicionales de marketing presionan a los niños para que se ajusten a los estereotipos de género.
La nueva ley, firmada por el gobernador demócrata Gavin Newsom, no prohíbe las secciones tradicionales de niños y niñas en los grandes almacenes. En cambio, dice que las grandes tiendas también deben tener una sección de género neutro para mostrar “una selección razonable” de artículos “independientemente de si se han comercializado tradicionalmente para niñas o para niños”.
Eso no incluye ropa. La ley sólo aplica a los juguetes y “artículos para niños”, que incluyen productos de higiene y cuidado bucal. Y solo se aplica a las tiendas de California con al menos 500 empleados, lo que significa que las pequeñas empresas están exentas de este lineamiento.
El asambleísta Evan Low, un demócrata de San José que redactó el proyecto de ley, dijo que estaba “increíblemente agradecido” que Newsom firmó el proyecto de ley este año, la tercera vez que los demócratas en la legislatura estatal han intentado aprobar esta ley, con proyectos de ley similares que fracasaron en 2019 y 2020.
Low dijo que se inspiró en la niña de 10 años de uno de sus empleados, quien le preguntó a su madre por qué ciertos artículos de la tienda estaban “prohibidos” para ella porque era una niña.
“Necesitamos dejar de estigmatizar lo que es aceptable para ciertos géneros y dejar que los niños sean niños”, dijo Low. “Mi esperanza es que este proyecto de ley aliente a más empresas en California y los Estados Unidos a no reforzar estereotipos dañinos y obsoletos”.
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Si bien California es el primer estado en exigir esto, algunos grandes almacenes ya han cambiado la forma en que exhiben sus productos.
Target Corporation, con mil 915 tiendas en los Estados Unidos, anunció en 2015 que dejaría de usar algunos letreros basados en el género en sus tiendas.
Algunos republicanos y algunos grupos conservadores de California se opusieron a la ley, quienes argumentaron que el gobierno no debería decirles a los padres cómo comprar cosas para sus hijos.
