La naturopatía es una especialidad basada en los remedios naturales para la salud, su aplicación ha servido para complementar a la medicina tradicional. Muchos pacientes recurren a esta alternativa para reducir el uso de fármacos que son recetados en la gran mayoría de los casos.
Cabe aclarar que la evidencia y los estudios científicos en cuanto a su práctica aún son escasos. Pese a ello, hay personas recurren a sus métodos que implican terapias naturales y métodos como: medicina herbal, acupuntura, nutrición clínica y homeopatía.
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Los expertos recomiendan acudir a la naturopatía siempre y cuando se haya aplicado previamente un diagnóstico médico, pues puede que no todos los pacientes sean candidatos aptos para esta.
Para hacer aún más eficaz esta alternativa, los naturópatas aseguran que el individuo debe acostumbrarse a llevar un estilo de vida sano, para esto prescriben dietas, utilizan métodos naturales y recomiendan ejercicios de relajación. Algunos de los principios básicos que los naturópatas siguen en sus pacientes son:
- Detectar y tratar la causa o malestar
- Recurrir al poder curativo natural
- Evitar dañar o forzar la práctica en el paciente
- Prevención y promoción de la salud y el bienestar
- Tratar al individuo en su totalidad
El fin de la naturopatía es estimular la capacidad curativa del cuerpo, la cual se incrementa con las diferentes técnicas que intervienen y facilitan el alcance del equilibrio dentro del mecanismo de cada paciente.
Los tipos de naturopatía más efectivos y que se han vuelto más recurrentes son: la fitoterapia (uso de plantas medicinales), la homeopatía, la acupuntura, el quiromasaje, la aromaterapia, la medicina naturista, la medicina tradicional china, la reflexología podal y las flores de Bach.
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Todas las anteriores pueden ser utilizadas bajo la supervisión de los expertos. Se puede recurrir a sus métodos cuando surgen afecciones agudas como dolores de cabeza o de garganta, infecciones de oído y resfriados. También enfermedades crónicas, ya sea migrañas, problemas gastrointestinales, ginecológicos y de fertilidad o enfermedades cardiacas.
Otros casos en los que se ha probado ha sido con problemas mentales y emocionales (estrés, depresión, ansiedad, ira) y lesiones físicas o traumatismos musculares.
