El juez federal de Miami K. Michael Moore denegó una solicitud de padres de niños con discapacidades con la que se pretendía dejar sin efecto la norma que prohíbe que las autoridades escolares de Florida decidan si los alumnos deben llevar o no cubrebocas a la escuela.
En otro capítulo más de la guerra judicial en torno al uso de cubrebocas en el ámbito escolar, el juez Moore, sin entrar en el fondo de la cuestión, dijo que esos padres que demandaron al estado debieron haber agotado la vía administrativa antes de recurrir a la justicia.
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El juez consideró que si los demandantes hubieran reclamado por la vía administrativa habrían encontrado “soluciones a la medida para las necesidades individuales de cada niño”.
Los padres demandantes alegan que el hecho de que sus hijos puedan estar en la escuela con otros niños sin cubrebocas supone un riesgo para su salud, el mismo argumento esgrimido en otras demandas presentadas contra la norma contenida en la llamada Regla de Emergencia del Departamento de Salud de Florida.
Esta norma, que establece que solo los padres pueden decidir si sus hijos están en la escuela con cubrebocas, ha creado una gran polémica en Florida, que es el segundo lugar nacional en cuanto a casos acumulados de la Covid-19 y el tercero en número de muertes por esa enfermedad, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
El inicio del curso escolar en Florida, a fines de agosto o principios de septiembre, según los condados, coincidió con un repunte de la incidencia de la Covid-19 por la rápida propagación de la variante Delta del virus que causa dicha enfermedad.
Varios distritos escolares de Florida decidieron saltarse la norma y exigir el uso de cubrebocas independientemente de lo que opinasen los padres de los alumnos, a lo que el ejecutivo del gobernador, Ron DeSantis, respondió con retenciones de recursos públicos.
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En los tribunales de Florida hay varias demandas de padres y organizaciones civiles y contrademandas del gobierno de DeSantis, que la semana pasada recibió un respaldo de un tribunal de apelaciones que estableció que la orden sigue vigente mientras la justicia resuelve en contra de un fallo que ordenó dejarla en suspenso.
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden ha apoyado a los condados de Florida que se han rebelado contra la orden, entre ellos el de Miami-Dade.
Uno de los argumentos de los contrarios a la norma es que los niños menores de 12 años no pueden vacunarse contra la Covid-19 y por tanto son vulnerables.
Desde el principio de la pandemia en marzo de 2020, el gobernador DeSantis, republicano y seguidor del expresidente Donald Trump, se ha opuesto al uso obligatorio de cubrebocas y al cierre de la economía en lo que ha definido como el “estado de la libertad”.
Con información de EFE.
