El 29 de agosto, el Ejército de Estados Unidos realizó un ataque con un dron contra un vehículo en una zona habitacional de Kabul. El Pentágono aseguró que fue un operativo contra un integrante del Estado Islámico (ISIS-K), quien presuntamente planeaba un atentado contra las tropas estadounidenses en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul. Sin embargo, una investigación de The New York Times revela que se trataría de un trabajador humanitario.
“Pero una investigación del New York Times de las pruebas en video, junto con entrevistas con más de una docena de compañeros de trabajo y familiares del conductor en Kabul, plantea dudas sobre la versión estadounidense de los hechos, incluida la presencia de explosivos en el vehículo, si el el conductor tenía una conexión con ISIS, y si hubo una segunda explosión después de que el misil golpeó el automóvil”, dice el diario.
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El Pentágono dijo tres días después que el ataque con un dron fue ejecutado correctamente. La prensa internacional reportó desde el día del ataque que al menos 10 civiles habían muerto en el operativo. Las autoridades estadounideses dijeron que en el vehículo atacado había explosivos.
“Estamos revisando toda la información. Lo que sabemos, lo que no sabemos, lo que pensamos en ese momento y creo que es válido. Teníamos muy buena información de inteligencia que ISIS-K estaba preparando un vehículo específico, en una locación específica (para el ataque). Monitoreamos eso por varios medios, todos los criterios se cumplieron, como hacemos siempre. Lanzamos un ataque, lo segundo que sabemos es que hubo explosiones secundarias. Por eso, existe una conclusión razonable que había explosivos en el vehículo”, dijo el jefe del Estado Mayor estadounidense, Mark Milley, el 1 de septiembre.
“Tercero, sabemos que al menos una de las personas que murieron era un facilitador de ISIS. Sabemos que murieron más personas ¿quiénes son? No sabemos. Intentaremos explicar todo esto, pero en este punto, y no quiero influir en el resultado de la investigación, en este punto creemos que los procedimientos fueron correctamente ejecutados”, dijo el general Milley en la conferencia.
Sin embargo, de acuerdo el NYT, la víctima fue identificada Zemari Ahmadi, un trabajador de un grupo humanitario. “La evidencia sugiere que sus viajes ese día en realidad involucraron el transporte de colegas hacia y desde el trabajo. Y un análisis de videos mostró que lo que los militares pudieron haber visto fue al señor Ahmadi y a un colega cargando botes de agua en su camioneta para llevárselos a casa con su familia”, dice el diario.
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De acuerdo con CNN, The New York Times y The Washington Post, en el ataque murieron al menos diez personas, incluidos siete niños, aunque el Pentágono ha reconocido sólo 3 víctimas. “No estamos en posición de disputarlo”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, sobre los informes de víctimas civiles un día después del ataque, el 30 de agosto.
“El señor Ahmadi, de 43 años, había trabajado desde 2006 como ingeniero eléctrico para Nutrition and Education International, un grupo de ayuda con sede en California. La mañana del ataque, el jefe de Ahmadi llamó desde la oficina alrededor de las 8:45 a.m. y le pidió que recogiera su computadora portátil”, dice el NYT.
El diario habló con los familiares de Ahmani, quienes le indicaron que el día del ataque, la víctima salió de su casa en un auto que pertenecía a Nutrition and Education International. Ahmani vivía con sus tres hermanos y sus familias, a pocos kilómetros al oeste del aeropuerto.
Cuando Ahmadi regresó y se detuvo en el patio de su casa fue cuando el dron atacó. “Aunque el objetivo se encontraba ahora dentro de una zona residencial densamente poblada, el operador del dron escaneó rápidamente y sólo vio a un solo hombre adulto saludando al vehículo y, por lo tanto, evaluó con ‘certeza razonable’ que no morirían mujeres, niños o no combatientes, dijeron funcionarios estadounidenses”, dice el NYT.
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