Malcolm X y Muhammad Ali, dos de los personajes más influyentes en la historia estadounidense, fortalecieron una gran amistad que se puede ver de cerca en el documental de Netflix, Blood Brothers.
El director del largometraje Marcus A. Clarke se sumerge en la relación del ministro y el boxeador que comenzó en los 60, hasta la muerte de Malcolm X. Ambos fueron activistas de los derechos humanos y símbolos de las personas afroamericanas que seguían sufriendo racismo en aquel momento.
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Clarke se inspiró en el libro, del mismo nombre, de Randy Roberts y Johnny Smith para este documental. El material recoge imágenes y entrevistas nunca antes vistas con miembros de sus familias, incluida una charla con Rahman Ali, hermano del excampeón mundial de boxeo.
En una plática con The Hollywood Reporter, Clarke habla sobre los momentos que pasaron juntos y señala que no hay una respuesta exacta sobre cómo es que hubo esta conexión. El director destaca que la Nación del Islam fue un punto fuerte para que gravitaran el uno con el otro.
A través de su película, el cineasta busca la manera de entrelazar las enseñanzas y la creencia de Malcolm X hacia Ali. Haciéndole creer que tenía una verdadera posibilidad de levantar el título de los pesos pesados ante Sonny Liston en 1964, un año antes de que fuera asesinado.
Otro tema que tuvo que desarrollar para el proyecto, fue la forma de abordar su amistad, pues primero necesitaba retratar a los activistas tal y como eran, y al mismo tiempo brindar diferentes perspectivas que otras películas o reportajes de sus vidas no habían mostrado.
”Este es Malcolm X, el padre y hermano, si se quiere, de Cassius Clay (Ali) de muchas maneras”, dice Clarke. Al revisar el material de los archivos entre Malcolm X y Muhammad Ali dice que ”realmente parecen algunos de los momentos más felices de sus vidas. Hay una admiración que puedes ver”.
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”La gente olvida que Malcolm X era 17 años mayor que Cassius Clary, así que había más sabiduría, había más comprensión del mundo y, lo más importante, había una mayor comprensión de las enseñanzas de Elijah Muhammad”, añade el director.
Elijah Muhammad fue líder de la Nación del Islam desde 1934 hasta su muerte en 1975, Malcolm X abandonó el Islam en 1964 para formar sus propias organizaciones religiosas. El ministro llegó a acusar a Muhammad de haber tenido hijos con adolescentes, el propio Islam lo asesinó en 1965.
Las acusaciones del nacido como Malcolm Little provocaron que Ali apoyara a la Nación islámica y no a él, y ahí se enfrió su amistad, al grado de perder contacto. El ex campeón incluso ya no era cercano al ministro cuando murió.
Clarke cuenta que Ali lamentó la forma en que terminó su amistad con quien fuese su amigo, y que incluso trató de corregir esto buscando relacionarse con Atallah Shabazz e Ilyasha Shabazz (hijas de Malcolm X).
Blood Brothers ya se encuentra disponible en el catálogo de Netflix, el contenido incluye un clip del funeral de Muhammed Ali en 2016 donde se muestra a Atallah Shabazz hablando sobre cómo el difunto atleta influyó de forma positiva en su vida cuando su padre ya no estaba.
