Reuters.- El número de muertos que ha dejado el huracán Ida en el noreste de Estados Unidos aumentó el domingo a al menos 50 personas y muchos no pierden las esperanzas de hallar a los desaparecidos en las inundaciones, mientras el Papa Francisco pidió a los afectados por el desastre que sean fuertes.
En Nueva York se confirmaron 17 muertes, cuatro en el condado de Westchester y el resto en la ciudad de Nueva York, donde casi todas las víctimas quedaron atrapadas en apartamentos ilegales en sótanos que están entre las últimas opciones asequibles para los residentes de bajos ingresos en la zona, dijo un portavoz de la gobernadora Kathy Hochul.
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Nueva Jersey confirmó 27 muertes por la tormenta y cuatro personas siguen desaparecidas, dijo un portavoz del gobernador Phil Murphy.
Entre los desaparecidos se encuentran dos estudiantes universitarios que fueron vistos por última vez el miércoles en Passaic, Nueva Jersey, cuando se informó que las lluvias de Ida los había arrastrado a las aguas del caudaloso río Passaic.
El domingo se realizó una misa estudiantil en la Universidad de Seton Hall, en South Orange, por Nidhi Rana, una estudiante de primer año de Passaic que fue vista por última vez con su amigo Ayush Rana, estudiante de la Universidad Estatal de Montclair, mientras su coche era rodeado por el agua.
Ni la Policía de Passaic ni el Departamento de Bomberos respondieron inmediatamente a las peticiones de Reuters para obtener más información.
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Otros estados del noreste donde se reportaron muertes por la tormenta fueron Connecticut con al menos un muerto, Pennsylvania con al menos cuatro muertos y Maryland con al menos un muerto.
El gobernador de Louisiana elevó el sábado a 12 el número de muertes causadas por la tormenta en su estado de la costa del Golfo México, después de que Ida tocó tierra allí el 29 de agosto como huracán de categoría 4, derribando árboles, líneas eléctricas con ráfagas de viento que alcanzaron los 276 kilómetros por hora.
El Papa Francisco ofreció sus condolencias a las víctimas de Ida en su bendición del domingo en la Plaza de San Pedro.
“Que el Señor acoja las almas de los muertos y dé fuerza a los que sufren por esta calamidad”, dijo el Papa.
