Parlamento de Brasil rechaza cambios al sistema electoral que exige Bolsonaro

Bolsonaro apoya el “movimiento de libertad” en Cuba; Lula condena el bloqueo de EU
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil. FOTO: Reuters

EFE.- El pleno de la Cámara de Diputados de Brasil enterró este martes, por mayoría, la propuesta del presidente Jair Bolsonaro para cambiar el sistema de voto electrónico, un suceso que ha desatado un grave conflicto institucional en el país sudamericano.

Por 229 votos a favor, 218 en contra y 1 abstención, los diputados brasileños rechazaron incluir una enmienda en la Constitución para adoptar un sistema mixto de votación en las elecciones con urnas electrónicas y boletas impresas, como exigía el mandatario ultraderechista.

También te puede interesar: Ejército de Brasil realiza desfile ante Bolsonaro horas antes de que el Congreso vote cambios a ley electoral

Bolsonaro ha llegado a amenazar con no reconocer el resultado de las elecciones presidenciales de 2022, si no se adoptaba como complemento el voto impreso, pues está convencido de que las urnas electrónicas, vigentes en el país desde 1996, fomentan “fraudes”, aunque no ha aportado prueba alguna al respecto.

La decisión del Parlamento de Brasil es una dura derrota para el presidente y sepulta por completo su iniciativa electoral, que necesitaba el respaldo de, al menos, tres quintas partes del pleno (308 de los 513 diputados) para pasar a trámite en el Senado.

“El resultado no alcanzó el quórum para su aprobación, será archivado y ese asunto está este año cerrado. No hay tiempo ni espacio para iniciar nueva discusión”, afirmó al término de la sesión el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira.

Lira recordó que los legisladores fueron elegidos con el voto electrónico y recalcó que el presidente brasileño se comprometió a reconocer el resultado.

No te pierdas: Tribunal Electoral de Brasil pide investigar a Bolsonaro por difundir documentos secretos

“La urna electrónica es auditable; el fraude es el voto impreso”, sentenció el diputado Elvino José Bohn Gass, del progresista Partido de los Trabajadores (PT). En cambio, pidió al gobierno brasileño centrarse en combatir la crisis económica y sanitaria provocada por la Covid-19.

El sistema electrónico de votación, elogiado en diversas ocasiones por diversos observadores internacionales, funciona en Brasil desde 1996 y no ha sido objeto de sospechas desde entonces.

Sin embargo, Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, emprendió una feroz campaña contra las urnas electrónicas, de la que se ha valido para descalificar a las autoridades electorales y sembrar dudas sobre la legitimidad del método de escrutinio vigente.

El gobernante afirmó que el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil no quiere aceptar las boletas impresas para favorecer a su mayor adversario político, el expresidente Lula da Silva, quien hoy es el máximo favorito para ganar los comicios de octubre de 2022.

También lee: Corte Suprema de Brasil investiga a Bolsonaro por difundir noticias falsas que atentan contra la democracia

Esa ola de acusaciones que ha repetido Bolsonaro como un mantra en sus actos públicos llevó al TSE a reaccionar e intentar detener los ataques del mandatario en la esfera judicial.

En este marco, el Tribunal le abrió un proceso administrativo por esa campaña de descrédito y pidió a la Corte Suprema que lo investigue penalmente por la difusión de noticias falsas contra las instituciones democráticas y hasta de documentos secretos de la Policía Federal, con los que intentó justificar su cruzada.

Antes de la votación en el pleno de la Cámara de Diputados, una comisión especial de ese órgano legislativo ya había rechazado el texto. Sin embargo, el jefe de los diputados, Arthur Lira, quiso someterlo al análisis del pleno para poner “punto final” al asunto.

La votación de este martes estuvo envuelta en una fuerte polémica, pues coincidió con un pequeño e inédito desfile militar en el que participó Bolsonaro frente al Palacio Presidencial de Planalto.

La oposición progresista e incluso algunos líderes conservadores repudiaron esa acción, que interpretó como una demostración de poder del líder ultraderechista con fines intimidatorios hacia los poderes Legislativo y Judicial del país sudamericano.

Comparte esta nota