El magistrado Felipe Fuentes Barrera fue nombrado este martes como el nuevo presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), a una semana de que José Luis Vargas Valdez fuera destituido del mismo cargo y a tan sólo unas horas de que Reyes Rodríguez Mondragón declinara asumir la presidencia del organismo.
En un comunicado, el TEPJF precisó que Fuentes Barrera estará en el cargo hasta el 1 de septiembre, “con el fin de privilegiar la continuidad a los trabajos jurisdiccionales relacionados con las impugnaciones derivadas del proceso electoral 2020-2021”. Ese mismo día, el Tribunal lanzará una convocatoria para designar a otro presidente o presidenta.
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“Con estas decisiones, las magistradas y los magistrados electorales refrendan su compromiso institucional ante los mexicanos para fortalecer su sistema democrático”, señaló el organismo luego de una sesión privada.
El anuncio se da luego de varios días de tensiones que comenzaron el miércoles 4 de agosto, cuando el entonces magistrado presidente José Luis Vargas Valdez fue removido de su cargo durante una sesión en la que no estuvo presente él ni la magistrada Mónica Soto. Esa tarde, cinco magistrados aprobaron destituirlo tras argumentar diversas irregularidades durante su gestión.
Para sustituir a Vargas Valdez, los magistrados eligieron por unanimidad a Reyes Rodríguez Mondragón, quien ocuparía la presidencia del Tribunal hasta 2023.
Días antes de esta decisión, el 19 de julio, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) había presentado una denuncia contra Vargas Valdez, uno de los familiares de éste y otras cuatro personas morales, por su supuesta responsabilidad en una red de empresas fachada a partir de las cuales se desvió dinero al extranjero. El 30 de julio, un juez federal determinó que la Fiscalía General de la República (FGR) debía reabrir dicha investigación por el delito de enriquecimiento ilícito.
Durante la sesión donde se destituyó a Vargas Valdez, el magistrado Felipe de la Mata expresó: “A este tribunal no venimos a satisfacer los intereses de nadie, ni a hacernos populares, a este tribunal llegamos para mejorar el sistema electoral mexicano. No estamos aquí para reforzar nuestros beneficios particulares o de grupo, mucho menos para beneficiar a grupos de poder o a gobernantes”.
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Sin embargo, Vargas Valdez se negó a dejar la presidencia del TEPJF. Alegó que la sesión en la que fue removido fue “nula e ilícita” y decidió presentar una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que ésta fuera la que declarara la legitimidad y determinara quién era el presidente del Tribunal: él o Rodríguez Mondragón.
Aunque la SCJN rebotó la controversia, el ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, aceptó reunirse con Vargas Valdez y, luego del encuentro, aseguró que la crisis institucional en el TEPJF se resolvería esta semana.
La solución llegó. La tarde del lunes, el recién nombrado presidente del TEPJF, Reyes Rodríguez Mondragón, renunció a su nuevo cargo tras reconocer que su nombramiento fue hecho en una sesión en la que estuvieron ausentes los magistrados José Luis Vargas y Mónica Soto, que también integran el Tribunal.
Con esa decisión, Vargas Valdez nuevamente tenía la puerta abierta para asumir la presidencia, pero horas más tarde anunció su declinación y dijo que estaba dispuesto a ceder el cargo a otro magistrado o magistrada.
“Reconozco que mi presidencia no ha logrado generar los consensos necesarios al interior de este pleno. Por lo tanto, en concordancia con mis principios y convicciones he decidido ceder el paso para que asuma la presidencia quien -entre mis pares- cuente con las cualidades para impulsar los acuerdos y la unión”, escribió Vargas en sus redes sociales.
