El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rindió homenaje a los oficiales que respondieron al asalto al Capitolio el pasado 6 de enero y promulgó una ley que les otorgará Medallas de Oro por su servicio, el honor más alto que otorga el Congreso estadounidense.
El presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris celebraron una ceremonia en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca para firmar la legislación, que fue aprobada por unanimidad por el Senado a principios de esta semana.
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Muchos oficiales fueron golpeados y heridos ese día cuando la violenta turba de partidarios del entonces presidente Donald Trump trataban de impedir la certificación de la victoria de Biden. Algunos de ellos, incluidos cuatro que testificaron en una audiencia en la Cámara de Representantes la semana pasada, han hablado sobre las secuelas físicas y mentales que quedaron.
“Aunque el ataque a nuestros valores conmocionó y entristeció a la nación, nuestra democracia sobrevivió. Lo hizo. La verdad venció a la mentira. Logramos vencerlos”, dijo Biden este jueves durante la ceremonia en la Casa Blanca, en la que recibió a los oficiales que defendieron el Capitolio el 6 de enero.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris llamó “héroes” y “patriotas” a los policías que trataron de impedir la entrada de los simpatizantes de Trump al Congreso. “Ellos merecen hoy y todos los días este honor. Nuestra nación está agradecida con su servicio”, aseguró.
La ley colocará las medallas en cuatro lugares: la sede de la Policía del Capitolio, el Departamento de Policía Metropolitana de DC, el Capitolio y la Smithsonian Institution.
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La presidenta de la Comisión de Reglas del Senado, Amy Klobuchar, demócrata por Minnesota, dijo que las medallas son “un reconocimiento que se exhibirá para que la gente entienda y recuerde lo que hicieron estos oficiales”.
El Senado aprobó la legislación por voto de voz, sin objeciones republicanas. La Cámara baja aprobó el proyecto en junio, mientras que 21 republicanos —quienes han restado importancia a la insurrección— votaron en contra.
Trump, junto con muchos republicanos que le son leales, ha dicho que se trató de una protesta pacífica, incluso a pesar de que los agentes que respondieron ese día han detallado la violencia. Los cuatro oficiales que testificaron en la audiencia de la semana pasada detallaron experiencias cercanas a la muerte cuando los trumpistas los golpearon y arrollaron para avanzar hacia el Capitolio.
Con información de AP
