EFE .- El venezolano Antonio Intriago, dueño de una empresa de seguridad de Miami investigada en relación con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, aseguró este miércoles que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estaba al tanto del ataque en contra del mandatario.
El empresario afirmó que, a través de un socio del negocio que trabajó en el FBI, contactó a agentes de la agencia y a funcionarios del gobierno de Estados Unidos para asegurarse de la “legalidad” del plan que se gestó en su empresa.
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También aseguró que fue víctima de un plan que él mismo desconocía para asumir el poder en Haití. Además, comentó que su empresa, CTU Security, fue contactada para suministrar la seguridad de un proyecto “humanitario” en el país caribeño.
En ese sentido, uno de sus abogados, Gilberto Lacayo, refirió que su cliente es “inocente”, que no tiene ningún caso “criminal” en su contra y que está en libertad en Florida.
Lacayo confirmó que dos de al menos cinco propiedades que fueron allanadas la semana pasada por agentes federales en el sur de Florida fueron a la vivienda y a la empresa de Intriago como parte de la investigación del magnicidio.
“Nuestro cliente es inocente y él está tratando de aclarar su nombre y estamos cooperando con las autoridades para hacer precisamente eso”, subrayó Lacayo.
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“El gobierno aún está haciendo su investigación, no hay un caso abierto en contra de mi cliente por cargos criminales ni nada por estilo: simplemente pensamos que es parte de la investigación, el gobierno tiene que hacer su parte”, enfatizó.
CTU Security es sospechosa de reclutar a una veintena de colombianos, tres de ellos asesinados en tiroteos con la policía haitiana, y acusados como presuntos responsables del asesinato de Moïse, el pasado 7 de julio.
Según Intriago, los colombianos no son “mercenarios” y junto con la policía iban a acompañar a un juez en una orden de arresto contra el mandatario.
El asesinato del presidente de Haití fue cometido, según las detenciones, por un comando de un total de 26 mercenarios colombianos que irrumpieron en la residencia presidencial sin hallar resistencia por parte de las fuerzas de seguridad que custodiaban su casa privada en el sector de Pelerin, en Puerto Príncipe.
Los abogados de Intriago subrayaron que él “no entrenó a mercenarios, como los ha dicho la prensa”.
“Estos individuos fueron soldados colombianos retirados que trabajaban como contratistas para servicios privados de seguridad”, agregaron.
Detallaron que el médico Christian Emmanuel Sanon, el supuesto autor intelectual del plan, también bajo arresto, visitó su empresa como lo hicieron otros haitianos como inversionistas para el supuesto plan de desarrollo “para dar una mejor vida a los haitianos”.
El empresario niega que haya proporcionado armas
La defensa del empresario venezolano aseguró que Sanon contrató a los colombianos y que su empresa no proporcionó armamento “para nadie en Haití“.
Indicó que, antes de la tragedia, le anunciaron a Intriago un cambio de planes, por lo que los colombianos irían junto con una jueza y la policía haitiana con una “orden de arresto” contra el presidente.
Según los abogados, el empresario pidió una copia de la orden de arresto, la cual hace parte de las pruebas que están recogiendo los abogados.
La misma jueza Wendel Coq Thélot, a quien recientemente dictaron orden de búsqueda, solicitó el acompañamiento para la diligencia judicial.
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“Él no sabía de ningún complot interno o externo de asesinar al presidente Moïse”, aseguran sus abogados.
Intriago “creyó” que el plan humanitario “tenía aprobación del gobierno de Estados Unidos y que fue hecho con su completo conocimiento”.
En su última conferencia de prensa, la policía haitiana declaró esta semana que 44 personas están detenidas por el magnicidio, entre ellas 12 policías, algunos por su grado de responsabilidad y otros por su implicación directa en el asesinato de Moïse, quien era presidente de Haití desde febrero de 2017.
Cuatro de los policías estaban presentes el día del homicidio, según la portavoz de la policía haitiana, Marie Michelle Verrier.
Entre los arrestados también figuran 18 colombianos, en su mayoría militares retirados, y seis haitianos, tres de ellos nacionalizados estadounidenses.
