El condado de Hidalgo y la ciudad de McAllen, en Texas, emitieron una declaratoria de desastre local ante el aumento de migrantes liberados en la región por las autoridades fronterizas y por el registro de un alto número de contagios por Covid-19.
Richard Cortez, juez del condado de Hidalgo, afirmó que la región se encuentra al “límite de su capacidad” y que se tomaron medidas extraordinarias para costear los gastos relacionados con los migrantes.
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Mediante un comunicado, Cortez señaló que dichas medidas también permitirán atender la “necesidad humanitaria” de los migrantes liberados en la región, “incluyendo a los individuos que son positivos a Covid-19“.
“Mi orden está dirigida a aquellos migrantes que se encuentran legalmente en este país en busca de asilo, pero que están siendo liberados por funcionarios de inmigración en grandes grupos mientras la propagación de Covid-19 se dispara dentro de nuestra comunidad”, agregó.
La declaratoria de desastre en la región entró en vigor este miércoles y permanecerá vigente durante siete días, de acuerdo con el documento.
La declaratoria de desastre local es el primer paso del procedimiento que permite a la ciudad y al condado involucrados asegurar recursos adicionales para enfrentar la problemática, incluyendo el posible reembolso de las autoridades estatales y federales, según Cortez.
El alcalde de McAllen, Javier Villalobos, también emitió una declaración de desastre, debido a la gran cantidad de migrantes que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) liberó en El Valle Del Río Grande, informó esta tarde la cadena Telemundo.
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Agentes del DHS señalaron que en el Valle del Río Grande hay alrededor de 6 mil 600 migrantes en instalaciones con espacio para 965 personas, añadió la cadena de televisión.
