Foto: EFE
El gasto de los estadounidenses en junio tuvo un aumento de 1% mensual, mayor a lo esperado por los analistas del mercado que anticipaban un crecimiento de 0.7%.
Y la cifra la mayo se revisó a la baja, de 0% a una caída de 0.1%, pese a ello, el gasto de los consumidores en los últimos 14 meses -desde que estalló la pandemia- en nueve de ellos ha aumentado el gasto.
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El gran ritmo de vacunación contra la Covid-19 y la lluvia de estímulos económicos del gobierno han impulsado la demanda interna de ese país, pero la segunda parte es que tienen la inflación más alta desde 2008, y al parecer será más larga de lo que anticiparon las autoridades monetarias de ese país.
El gasto de los consumidores representa cerca del 65% de la actividad económica de Estados Unidos.
Según Scott Hoyt, economista en jefe de Moody’s Analytics, “la tendencia general de crecimiento saludable a fuerte continuará el próximo año.
“El regreso a los confinamientos por el aumento de los recientes contagios de la Covid-19 es poco probable, pero no debe descartarse”, dijo el economista.
Las presiones sobre los precios se están centrando en las áreas que están teniendo dificultades en la reapertura, algunas simplemente están volviendo a precios anteriores a la pandemia, otras deberán bajar sus precios a medida que ajustan la capacidad y resuelven los problemas de la cadena de suministro”, dijo Will Compernolle, economista en jefe de FHN Finantial.
Las presiones inflacionarias estarán dando todavía, ya que en Estados Unidos, los hogares acumularon al menos 2.5 billones de dólares en exceso de ahorro y seguirán gastándolo, con lo que estarán aplastando las cadenas de suministro que no han podido restablecerse ante la gran demanda de bienes y servicios.
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Con información de Reuters.
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