AP.- Una nueva orden del gobernador de Texas, Greg Abbott, que permite que los policías detengan a vehículos que lleven migrantes por considerar que podrían aumentar la propagación de la Covid-19, rápidamente fue blanco de críticas este jueves y el Departamento de Justicia de Estados Unidos amenazó con impugnarla.
El secretario de Justicia, Merrick Garland, pidió a Abbott que retire la orden inmediatamente, un día después de que la emitiera el gobernador republicano, quien intentará ser reelegido en 2022 y lleva meses tratando de reivindicar la línea dura del expresidente Donald Trump en materia de migración.
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La carta de Garland está entre las reacciones más fuertes hasta ahora en el gobierno del presidente Joe Biden respecto a las acciones emprendidas por Abbott en la frontera de Estados Unidos con México, que también incluyó encarcelar a los migrantes por cargos de delitos estatales y construir nuevas vallas a lo largo del río Bravo.
Grupos defensores de los derechos civiles y activistas por los derechos de los migrantes criticaron la orden más reciente del gobernador texano para reducir los cruces fronterizos, señalando que podría alentar la discriminación racial y restringir la capacidad de los albergues para recibir a familias recién llegadas a territorio estadounidense.
“La orden es peligrosa e ilegal”, sostuvo Garland.
El secretario afirmó que Texas “no tiene autoridad para interferir” con los amplios poderes del gobierno federal en materia de migración, y planteó la posibilidad de demandar si la orden no es retirada.
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Al anunciar la medida ayer miércoles, Abbott señaló que “debemos hacer más para proteger a los texanos de este virus y reducir la carga en nuestras comunidades”.
La orden permite que el Departamento de Seguridad Pública de Texas “detenga cualquier vehículo ante la sospecha razonable” de que está proporcionando transporte terrestre a un grupo de migrantes. Entonces, los policías podrían obligar a los vehículos a devolverse por donde venían o incautarlos.
Abbot minimizó la carta de Garland en un comunicado en el que culpó al gobierno de Biden por los elevados niveles de arribo de migrantes a la frontera sur entre Estados Unidos y México.
“El gobierno de Biden está poniendo en riesgo la salud y la seguridad de los texanos a diario al negarse a cumplir la ley”, manifestó.
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No es la primera ocasión durante la pandemia en que Abbott se enfoca en los migrantes y en la propagación del coronavirus en una época de fuertes inquietudes por la enfermedad.
En marzo planteó preocupaciones similares sobre los migrantes, sin proporcionar evidencia de que estuvieran causando un repunte de infecciones de Covid-19, y en un momento en el que enfrentaba críticas por parte de funcionarios de salud pública por retirar una orden para usar mascarillas en todo el estado.
Ahora, Abbott vuelve a enfrentarse a peticiones para que imponga nuevas medidas para combatir el coronavirus, cuya variante Delta incrementa los contagios. Sin embargo, dice que no ordenará nuevos confinamientos ni volverá a imponer el uso de mascarillas.
“Atribuir el repunte actual del coronavirus a los migrantes en su orden ejecutiva es un intento flagrante de absolver su liderazgo ineficaz, que a fin de cuentas condujo a la pérdida innecesaria de vidas de nuestros conciudadanos texanos”, aseguró el representante estatal demócrata, Rafael Anchia.
Grandes cantidades de migrantes no paran de llegar a la frontera entre Estados Unidos y México. Muchos de ellos se están entregando a los agentes de la Patrulla Fronteriza con la intención de solicitar asilo.
Las autoridades estadounidenses reportaron este mes que detuvieron a 55 mil 805 integrantes de familias con niños en junio, un aumento del 25% respecto al mes pasado. Esa cifra sigue siendo mucho menor al punto máximo de 88 mil 587 registrado en mayo de 2019.
