Ante la nueva normalidad que se gesta tras un encierro pandémico hay una nueva tendencia en hospedaje, el glamping. Combina un camping al aire libre con las comodidades de un hotel de lujo.
Ante los desafíos de la pandemia muchos turistas prefieren evitar los espacios comunes que ofrecen los hospedajes tradicionales, ante ello surge el modelo alternativo para disfrutar de la naturaleza.
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El término resulta de la combinación de dos palabras “glamour” y “camping”, y se refleja en monumentales tiendas de lona que en su interior resguardan habitaciones completas con todos los servicios.
En el mundo hay ejemplos como Sandat Glamping Tents en Bali, Indonesia, o Knights Glamping at Leeds Castle en Reino Unido, o Conestoga Ranch, en Garden City, Estados Unidos.
Y México no se queda atrás. Recientemente se han instalado en el Centro Ceremonial Otomí y en la Peña de Bernal se ha instalado una oferta de hospedaje para quienes disfrutan esos destinos sin dejar atrás el confort.
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Cool Glamping es una de las firmas que ha instalado domos geodésicos en Temoaya, Estado de México, para disfrutar del bosque y las instalaciones del Centro Cultural Otomí.
Y es que las formas de las habitaciones pueden variar, algunas son carpas piramidales, otras estilo burbuja, como las que se ubican al interior de los viñedos del Valle de Guadalupe, que permiten disfrutar del paisaje desde el interior.
