Una investigación internacional reveló que en México al menos 15 mil números telefónicos de activistas, defensores de derechos humanos y periodistas, entre ellos, Cecilio Pineda, asesinado en 2017, aparecieron en una listado de personas que estarían relacionadas con el programa de vigilancia Pegasus.
El número de Cecilio Pineda, de quien se desconoce si fue espiado por algún cliente de la empresa NSO, encargada de vender el software que permite extraer mensajes, fotos, correos, grabar llamadas y activar micrófonos, apareció dos veces en el listado. La segunda ocasión tan sólo unos días antes de que fuera asesinado.
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El reportero solía cubrir la región de Tierra Caliente, Guerrero, una de las zonas más violentas del estado. Cecilio Pineda fue asesinado un 2 de marzo de 2017 cuando sujetos a bordo de una motocicleta lo agredieron a balazos mientras esperaba en un autolavado.
La investigación realizada por medios como el Washington Post, The Guardian, entre otros, expone una lista de más de 50 mil números telefónicos de “personas de interés” en todo el mundo, de quienes se cree que habrían sido espiados desde el año 2016. Sin embargo, los medios no pudieron confirmar que todos los teléfonos hayan sido intervenidos.
La empresa NSO dijo en una declaración que, incluso si el teléfono del periodista Cecilio Pineda hubiera sido víctima de espionaje a través de Pegasus, no significaba que contribuyó de alguna manera a su muerte.
“La lista no identifica quién le puso los números, ni por qué, y se desconoce cuántos de los teléfonos fueron atacados o vigilados”, señala la investigación periodística.
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En México, del año 2000 hasta el 4 de julio de 2021, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado 171 homicidios de periodistas, así como 23 comunicadores desaparecidos.
Según la clasificación mundial de la Libertad de Prensa 2021 publicada por Reporteros sin Fronteras (RSF), México ocupa el puesto 143 entre 180 países con lo cual es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo en el mundo.
RSF ha denunciado que, en México, cuando los periodistas investigan temas que puedan considerarse “molestos” para el gobierno o que estén relacionados con el crimen organizado, especialmente a nivel local, sufren amenazas e intimidaciones, y “pueden ser asesinados a sangre fría”.
