La jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió el viernes a Cuba que libere a los manifestantes y a varios periodistas detenidos durante las protestas, y expresó preocupación por denuncias de uso excesivo de la fuerza en las detenciones.
“Es particularmente preocupante que se incluyan personas presuntamente incomunicadas y personas cuyo paradero se desconoce. Todos los detenidos por ejercer sus derechos deben ser puestos en libertad sin demora”, dijo en un comunicado, en el que pidió un diálogo para abordar los reclamos.
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“Todas las personas detenidas por ejercer sus derechos deben ser liberadas urgentemente”, insistió la expresidenta chilena, quien consideró “especialmente preocupantes” las denuncias de que algunos detenidos se encuentran incomunicados o en paradero desconocido.
Bachelet también reclamó el restablecimiento completo en la isla de los servicios de internet y las redes sociales.
Por otro lado, la alta comisionada pidió el levantamiento de las “sanciones sectoriales unilaterales” que sufre Cuba, “dado su impacto negativo en los derechos humanos, incluido el derecho a la salud”.
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La alta comisionada también lamentó la muerte de un manifestante en las protestas de La Habana, y pidió una investigación “independiente, transparente y eficaz” del suceso, tras la cual los responsables sean sancionados.
Miles de cubanos tomaron las calles el domingo para protestar contra el gobierno al grito de “¡libertad!” en una jornada inédita que se saldó con decenas de detenidos y enfrentamientos después de que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, conminara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.
Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado “maleconazo” de agosto de 1994, se produjeron con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.
Con información de agencias
