El Instituto Nacional de Migración (INM) solicitó este miércoles a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que revise las condiciones del área de espera que se encuentra en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en la que aguardan los extranjeros que no fueron admitidos en el país.
La autoridad migratoria señaló que atenderá las observaciones que ofrezca la CNDH y reiteró su compromiso de “hacer cumplir la ley de migración“, con el objetivo de garantizar el respeto a los derechos humanos y protección tanto a grupos vulnerables como a solicitantes de protección internacional.
Te recomendamos: CNDH llama al gobierno de AMLO a proteger a activistas y periodistas ante incremento de violencia
El INM precisó en un comunicado que el área del AICM en la que aguardan los extranjeros que no fueron admitidos y los que se encuentran en tránsito sin visa en México “no tiene la categoría de estancia o estación migratoria“.
El Instituto acusó además que al hacer que dichas personas permanezcan en el lugar existe un “incumplimiento” de la legislación migratoria.
También añadió que las personas que aguardan en el lugar deben de ser retornadas a sus países de procedencia mediante la aerolínea en la que arribaron al país.
La aerolínea también deberá hacerse responsable del tiempo, de la estancia y de los insumos requeridos por la persona que aguarde en el país por alguna situación irregular, apuntó el INM.
El Instituto Nacional de Migración precisó que en especial se debe garantizar el respeto de los derechos humanos de los niños y solicitantes de protección internacional que llegan a México.
Te recomendamos: En un día, más de 2 mil haitianos solicitaron condición de refugiados en México: Comar
En mayo pasado, Latinus reportó sobre el aumento en las deportaciones de ecuatorianos desde los aeropuertos de Cancún y de la Ciudad de México, luego de que el gobierno federal eliminó en 2018 el requisito de visa para los ciudadanos de Ecuador.
Es el caso de Felipe Morillo, quien ya había visitado cuatro veces el país, y a pesar de contar con visa y todos los documentos para comprobar que visitaba el país con fines turísticos, fue deportado a finales de febrero de este año.
Morillo también denunció que permaneció en un cuarto “pequeño” durante cuatro horas con alrededor de 100 personas más y que el lugar no contaba con ventilación.
