Un total de 114 migrantes mexicanos y centroamericanos fueron detenidos en la ciudad de Laredo, Texas, gracias a los operativos de las autoridades fronterizas y locales.
En un comunicado publicado ayer por la tarde, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), informó que las detenciones se realizaron entre el 8 y el 12 de julio en escondites cercanos a hoteles de Laredo, lugares propicios para resguardar a los migrantes que quieren llegar al país de manera irregular.
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El 8 de julio, los agentes fronterizos detuvieron a 25 personas procedentes de República Dominicana, Guatemala y México luego de recibir información sobre un posible escondite en un hotel de la ciudad.
Al día siguiente se detuvieron a otros 40 migrantes, incluidos dos niños no acompañados, provenientes de Guatemala, México y Honduras. En este operativo participaron agentes de la Estación Sur de Laredo, el Departamento de Policía de Laredo (LPD, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés).
“Agentes de Laredo North Station respondieron a un reporte de actividad sospechosa en otro hotel en San Bernardo Avenue. Los agentes detuvieron a 13 personas, incluido un niño no acompañado. Todos se encontraban en el país ilegalmente desde los países de México, El Salvador y Honduras”, reportó la CBP sobre las detenciones ocurridas el 10 de julio.
Durante la mañana del 11 de julio, elementos del DPS solicitaron ayuda a los agentes de Laredo North Station en otro hotel ubicado en San Bernardo Avenue, donde se alojaban seis migrantes oriundos de México y El Salvador.
Las últimas detenciones se hicieron el día 12, cuando se halló un escondite en el que había 30 migrantes mexicanos que cruzaron la frontera ilegalmente, entre ellos dos menores de edad.
De acuerdo con la CBP, a todas las personas detenidas se les proporcionó equipo de protección sanitario, se les realizó un examen médico y luego se les procesó.
“Los escondites siguen siendo una amenaza para la seguridad nacional y para los ciudadanos de Estados Unidos. El uso de las casas de seguridad por parte de las organizaciones criminales también es un peligro para las personas a las que explotan al ocultarlas en lugares cerrados y ruinosos”, señaló la CBP en el comunicado.
