Con 64% de los adultos que han recibido al menos una dosis de la vacuna, la Unión Europea (UE) reporta tasas bajas de vacunación entre los migrantes indocumentados, de acuerdo con una encuesta realizada por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
Un artículo de The Washington Post publicado este domingo indica que esto obedece a que algunos países de la UE han excluido a los migrantes de las campañas de vacunación “en la política o en la práctica”, y que incluso en aquellas naciones en que se les ha incorporado en los programas, estas poblaciones no acuden a inmunizarse debido a la desconfianza que tienen a las autoridades.
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Los gobiernos de Hungría y Grecia están entre los países de que están haciendo poco o ningún esfuerzo para vacunar a los migrantes indocumentados, debido a sus políticas antimigración.
En Hungría, el gobierno del primer ministro Viktor Orban, con un claro perfil contra la migración, ha dispuesto que sea casi imposible registrarse para la vacuna sin ser residente legal, según la Plataforma para la Cooperación Internacional sobre Migrantes Indocumentados (PICUM). En Grecia, sólo se ha iniciado la vacunación a los refugiados en los campamentos, pero aún no se ha adoptado una medida para hacerlo con los migrantes.
En tanto, el artículo de The Washington Post expone los casos de Reino Unido, Italia y Alemania, países donde en teoría toda persona tiene derecho a vacunarse, pero en la práctica existen obstáculos administrativos.
Para el caso de Reino Unido, reservar una cita para vacunarse requiere estar antes registrado con un médico de cabecera, pero algunos de éstos “se niegan habitualmente” a registrar a migrantes que no pueden proporcionar una prueba de dirección o identificación, dijo Anna Miller de Médicos del Mundo del Reino Unido al Post.
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En Italia, el registro a la vacunación excluye a los migrantes indocumentados de facto. En Alemania, está vigente una ley que exige a toda autoridad pública denunciar a los indocumentados a los funcionarios de migración, por lo que las personas indocumentadas, aún cuando el gobierno aclaró que tienen derecho a vacunarse, no han acudido a inmunizarse.
Así, sólo Países Bajos, Portugal y Bélgica cuentan con programas que contemplan a los migrantes en su territorio.
“El plan de vacunación de los Países Bajos menciona explícitamente que el grupo es elegible. Portugal creó una plataforma de registro para que los inmigrantes indocumentados reserven citas para vacunas, y más de 19 mil se habían inscrito hasta junio”, dice el artículo de TWP.
En Bélgica, toda persona en el país es elegible a recibir la vacuna, y el gobierno aclaró que especificado que los datos recopilados durante el proceso de vacunación sólo se pueden usar con fines de salud.
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Los expertos en salud pública dicen que no atender a lo migrantes indocumentados —una población que alcanzó en 2017 los 4.8 millones personas en 32 países europeos, según el Centro de Investigación Pew— será un obstáculo para los planes para volver a la normalidad de los países comunitarios.
Por ello, en marzo pasado, la UE publicó una guía que pide a los estados miembros que incluyan a todos los inmigrantes en los programas de vacunación contra el coronavirus, independientemente de su estado legal.
Además, grupos de derechos humanos como Human Rights Watch han pedido a los gobiernos de la UE que eliminen los requisitos de documentación para el registro de vacunas y que implementen barreras estrictas entre los servicios de salud y de inmigración.
