Gobierno cubano recrudece la represión ante el creciente descontento social por la crisis en la isla, alertan activistas

Cuba recrudece la represión ante un descontento social creciente por la crisis en la isla, alerta activista
Foto: Latinus

Por Isabella González

“Es muy difícil romper las dictaduras. En el caso de la cubana es mucho tiempo. Desde que naces ya te están adoctrinando”, afirma Anamely Ramos, artista y defensora de derechos humanos.

En entrevista con Latinus, la cubana radicada en México asegura que los activistas y los opositores en Cuba son oprimidos desde siempre, pero “es especialmente cruento lo que ha sucedido estos últimos dos meses”.

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En el último año, Cuba ha alcanzado una cifra histórica de presos políticos, de acuerdo con un informe de la organización Prisoners Defenders.

Desde junio del año pasado hasta el 1 de junio de este 2021, la organización española contabiliza 65 casos nuevos, un promedio de 5 detenidos al mes.

Prisioners Defenders reporta que actualmente hay 150 presos políticos que sufren torturas, abandono de atención medica ante la pandemia de Covid, y maltratos en prisión.

Además, alerta que tan sólo en marzo de este año fueron detenidas 31 personas entre opositores al régimen cubano y activistas.

De acuerdo con la organización, la cifra de detenidos es sólo comparable con la que hubo hace 18 años en la llamada Primavera Negra, cuando durante el gobierno de Fidel Castro se llevaron a cabo 75 arrestos de opositores y activistas.

De los detenidos este año por las autoridades cubanas, 77 son calificados como convictos de conciencia, es decir, fueron detenidos por motivos de “conciencia”, relacionados con el pensamiento.

Entre ellos se encuentra el rapero Maykel Castillo Pérez, quien fue aprehesado el 18 de mayo luego de que se manifestara pacíficamente y cantara la canción Patria y Vida el 4 de abril de este año.

“Maykel fue detenido en su casa y se le acusa por unos sucesos que ocurrieron el 4 de abril, donde él se resistió a una detención arbitraria”, relata Anamely Ramos, quien es su pareja.

“El día anterior le habían puesto una golpiza, entonces cuando le intentaron poner las esposas a él le dolía, se resistió y las personas que estaban ahí en una manifestación pacífica impidieron la detención. Por eso lo están acusando de desacato, resistencia y atentado”, añade.

Anamely se encuentra actualmente en México donde estudia un doctorado en antropología en la Universidad Iberoamericana. Logró llegar al país, luego de que el 27 de noviembre fue detenida cuando ella, su novio y otros miembros del Movimiento San Isidro realizaban una huelga de hambre por la detención del rapero Denís Solís.

La joven fue liberada gracias a que la Universidad Iberoamericana condenó la detención de su alumna.

La artista y defensora de derechos humanos explica que hay un descontento creciente en la sociedad cubana ante la crisis humanitaria, sanitaria y alimenticia por la que está pasando la isla.

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“No hay comida, y cuando digo que no hay comida, es que no hay comida. Sólo existen algunos productos en unas tiendas que el gobierno implementó hace unos meses, que son tiendas en dólares americanos, y en las cuales se hacen filas enormes de horas. Las medicinas están muy escasas también”, expone.

“Ante esta situación tan grave, las personas han empezado a manifestarse y por eso yo creo que la represión ha crecido, porque están intentando hacer un escarmiento con los líderes naturales que se han convertido en las cabezas del descontento que es real”, agrega.

Aunque en Cuba hay mucho miedo de manifestarse, dice Anamely, el descontento social lo supera en los últimos meses.

“En Cuba, la ausencia de derechos, de no poder hacer una manifestación pública, de no tener derecho a la legítima defensa o a la libertad de expresión inmediatamente se convierte en delito comunes pero penales para no reconocer que eres un preso político”, lamenta.

La activista asevera que a pesar de las alianzas de Cuba con países de izquierda y su tradición ideológica, la situación en su país ya no es sólo cuestión ideológica.

“La cuestión de Cuba no es una cuestión ideológica. Eso es lo que se quiere vender hacia afuera justamente para generar esos conflictos que a mi juicio no es el centro del problema”, expresa.

Cuba es una dictadura y las dictaduras no tienen signo ideológico, las dictaduras son gobiernos autoritarios donde se ejerce un control social en todos los aspectos de la vida. Eso ya transgrede o desborda que si es de izquierda o de derecha. Muchas cosas del gobierno cubano son de derecha, muy conservadores”.

Anamely explica que el sujeto histórico de la izquierda son los pobres, los marginados y las minorías, y son ellos precisamente quienes más son vulnerados en Cuba.

“El matrimonio igualitario, los feminicidios, todos esos grupos que tienen activismo fuerte son perseguidos en Cuba, porque toda iniciativa que se mueva fuera del sistema cubano es reprimida”, manifiesta.

Indica que hay que seguir esas pistas en un sistema que todavía es democrático para saber cuándo preocuparse por riesgo de autoritarismos.

“¿Qué tan perseguidas están siendo esas minorías? ¿O apoyados o no? ¿Hasta que tienen todavía autonomía esas minorías? Cuando la autonomía empieza a faltar, ahí yo me empezaría a preocupar porque es ahí donde van los sistemas totalitarios primero, a eliminar la autonomía y a fracturar el tejido social. Eso por supuesto lleva años”, dice.

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Señala que fuera de Cuba se debe de romper con la idea de que la isla es una especie de “faro de libertad” frente a Estados Unidos.

Asegura que no puede comparar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el régimen cubano.

“Se habla mucho de los vínculos de AMLO con Cuba, pero el PRI siempre tuvo vínculos con el gobierno cubano”, dice.

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