Este miércoles, el Banco de México (Banxico) dio a conocer las minutas de su pasada junta de política monetaria en la que se destacó que, si bien la actividad económica del país sigue mejorando, la recuperación aún es frágil e incompleta y la economía está lejos de su potencial.
La inversión y el consumo han mejorado, sin embargo, todavía permanecen por debajo de sus niveles previos a la pandemia. Los niveles particularmente bajos de la inversión afectará a la recuperación económica, se señaló en el documento.
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El consumo privado, el que ejercen los consumidores y hogares, presentó una variación anual de menos 0.7%, y se encuentra 6% por debajo del nivel más alto alcanzado en 2019.
Además, se resaltó la debilidad que muestra el consumo de servicios nacionales y bienes semiduraderos, como ropa, calzado, útiles escolares, entre otros, pese a que indicadores como la confianza del consumidor, el ingreso salarial real y las remesas, han mejorado y apoyado al consumo.
En el primer trimestre de 2021, la actividad económica sufrió una desaceleración en su ritmo de recuperación, aunque en marzo registró un importante repunte, impulsado principalmente por un mayor relajamiento de las restricciones de la pandemia, lo que benefició a las actividades de servicios.
De acuerdo con el Banxico, en abril los indicadores disponibles sugieren cierta moderación, pero prevé que la economía retome su trayectoria de recuperación en el resto del año.
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Inflación y empleo
De acuerdo con las minutas, la inflación continuará con la presión de los costos de las mercancías no alimenticias, tales como los aumentos en los precios de las materias primas o en los insumos en general, las afectaciones en las cadenas de producción y la evolución del tipo de cambio.
Los miembros consideraron que la inflación se ha visto afectada por presiones originadas por el lado de la oferta, es decir, los insumos que son utilizados para elaborar los productos se han encarecido.
Se agregó que factores como la reapertura diferenciada entre países y sectores, ha propiciado afectaciones en el suministro de insumos, el transporte y el manejo de inventarios, generando cuellos de botella en la producción y como consecuencia el alza de los precios.
A lo que se suma que los proveedores de bienes y servicios han mostrado menor capacidad de respuesta, retrasos y escasez de productos causados por la pandemia de la Covid-19.
En abril, si bien persistieron afectaciones al mercado laboral, diversos indicadores de este sector mostraron una gradual mejoría. Para mayo, la creación de puestos de trabajo afiliados al IMSS continuó recuperándose, aunque por debajo de alrededor de 500 empleos menos del nivel reportado previo a la emergencia sanitaria, lo que deja entrever que la recuperación está incompleta.
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