Dos ciudadanos estadounidenses de ascendencia haitiana han sido arrestados en relación con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, dijo este jueves un alto funcionario al diario The Washington Post.
De acuerdo con Mathias Pierre, ministro de Elecciones y Relaciones Interpartidos de Haití, uno de ellos es James Solages, quien se encuentra entre las seis personas detenidas como presuntas responsables del asesinato de Moïse. Además, indicó a The Washington Post que se cree que al menos otro detenido es un haitiano-estadounidense. Los otros cuatro sospechosos han muerto, dijeron las autoridades.
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Pierre no brindó detalles adicionales sobre los antecedentes de Solages, ni el nombre del segundo haitiano-estadounidense que dijo fue arrestado.
Solages se describe a sí mismo como un “agente diplomático certificado“, un defensor de los niños y un político en ciernes en un sitio web de una organización benéfica para ayudar a los residentes, establecida desde 2019 en Florida.
En su página de biografía para la organización benéfica, Solages dijo que anteriormente trabajó como guardaespaldas en la Embajada de Canadá en Haití. Las llamadas a la fundación y a los asociados de Solages en la organización benéfica no se llevaron a cabo o no fueron respondidas.
“La persecución de los mercenarios continúa”, dijo Léon Charles, director de la Policía Nacional de Haití, al anunciar el arresto de los sospechosos. “Su destino está fijo: caerán en los combates o serán arrestados”.
Testigos dijeron que dos sospechosos fueron descubiertos el jueves escondidos en los arbustos en Puerto Príncipe por una multitud, algunos de los cuales agarraron a los hombres entre golpes y empujones.
La policía llegó poco después para arrestar a los hombres, que sudaban mucho y vestían ropas que parecían estar manchadas de barro, dijo un periodista de Associated Press en el lugar. Los oficiales los colocaron en la parte trasera de una camioneta y se alejaron mientras la multitud corría tras ellos hacia la estación de policía cercana.
Pierre compartió un video de dos sospechosos detenidos y abucheados por la multitud. Dijo que los detenidos estaban retenidos en una comisaría de la capital rodeada por una turba enfurecida.
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“Las unidades especiales están tratando de proteger la comisaría, porque la población está muy enojada y está tratando de llegar hasta ellos, de quemarlos”, dijo. “Estamos tratando de evitar eso”.
El asesinato de Moïse la madrugada del miércoles ha profundizado la crisis política en la empobrecida nación caribeña, donde hasta el momento, las autoridades aún no han proporcionado pruebas de la presunta participación de los detenidos en el asesinato.
Las autoridades no han dado a conocer los nombres de los otros detenidos, pero el ministro de Comunicaciones de Haití, Pradel Henriquez, los ha descrito como “extranjeros”.
El motivo del asesinato sigue sin estar claro. El país ha sufrido un aumento de la violencia durante un estancamiento político de meses.
Moïse, un empresario que asumió el cargo en 2017, gobernó por decreto después de la disolución del parlamento en enero de 2020; opositores y manifestantes exigieron su dimisión. Pandillas armadas con alianzas poco claras han tomado el control de algunas regiones del país, aterrorizando a la población con secuestros, violaciones y asesinatos.
“Obviamente tenía muchos enemigos“, dijo Robert Fatton, profesor de asuntos gubernamentales y exteriores en la Universidad de Virginia que ha escrito extensamente sobre Haití. “Puede que haya habido cierto grado de complicidad por parte de quienes protegen al presidente”.
Tampoco está claro quién está ahora a cargo de Haití. Moïse debía instalar a Ariel Henry, un neurólogo, como primer ministro el miércoles para reemplazar al primer ministro interino Claude Joseph, el último en una puerta giratoria de primeros ministros.
Fue Joseph quien anunció el asesinato de Moïse el miércoles por la mañana; y de igual forma dijo que ahora era el jefe del gobierno de Haití. Pero en una entrevista con Associated Press, Henry pareció contradecir a Joseph. “Es una situación excepcional. Hay un poco de confusión ”, dijo. “Soy el primer ministro en el cargo“.
La publicación indica que el vacío de liderazgo es un barril de pólvora en una nación que se enfrenta a problemas económicos, políticos y sociales cada vez más profundos, con un aumento de la violencia de las pandillas en la capital, Puerto Príncipe, la inflación y la escasez de alimentos y combustible en un país donde el 60 por ciento de la población gana menos de 2 dólares al día.
Fatton indicó que Haití, que estuvo sujeto a una controvertida misión de estabilización de la ONU entre 2004 y 2017, podría enfrentar otra intervención de este tipo si la situación de seguridad empeora después del asesinato del presidente.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el asesinato el miércoles y pidió a todas las partes que “mantengan la calma, actúen con moderación y eviten cualquier acto que pueda contribuir a una mayor inestabilidad”.
Con información de AP.
