Comunidad en Guerrero llevan un mes sepultada en la arena; habitantes exigen ayuda para recuperar casas y comercios

Iglesia del Santo Niño Miguelito, en boca del Río, Guerrero. FOTO: Alina Navarrete.

Alina Navarrete / Corresponsal 

La arena arrastrada por el alto oleaje en la Costa Grande de Guerrero sepultó unas 50 casas, ubicadas en la comunidad Boca del Río, municipio de Florencio Villareal, dejando a decenas de familias afectadas.

Boca del Río está a orillas del Pacífico y cuenta con 459 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La localidad es conocida por el Santo Niño Manuelito. “Es milagroso“, cuentan los pobladores que viven de la venta de mariscos y bebidas, “por eso viene la gente, para pedirle ayuda“.

Puedes leer: “Enrique” se debilita mientras se acerca a la península de BC

El pasado 18 de mayo el nivel del mar aumentó inesperadamente, sin ninguna advertencia de Protección Civil o de autoridades locales. El agua inundó las construcciones y algunas quedaron completamente sepultadas en la arena.

FOTO: Alina Navarrete.

Doña Rogelia Guinto Pérez cuenta que ha vivido en la comunidad desde que nació y en 62 años “nunca había visto algo así, nunca había pasado” que las olas fueran tan altas, al grado de perder su casa y su negocio.

Después de un mes y medio del fenómeno natural el alcalde perredista, Wilberth García Trujillo, se limitó a enviar una sola máquina para sacar la arena de la Iglesia del Santo Niño Miguelito y las casas a su alrededor, en las labores de limpieza que puedan realizarse durante tres días.

FOTO: Alina Navarrete.

FOTO: Alina Navarrete.

Sin embargo, no es suficiente. El operador de la máquina ofreció a los pobladores afectados apoyarlos a sacar la arena de sus casas, pero estos tendrían que pagar una renta de 700 hasta mil pesos por hora de trabajo, cantidad que no pueden pagar debido a sus pérdidas materiales y económicas.

Puedes leer: Sedena activa Plan DN-III por afectaciones provocadas por el huracán “Enrique”

FOTO: Alina Navarrete.

Algunos afectados, como Modesto Nájera Manzanares, han comenzado a limpiar y habilitar sus casas como pueden, con palas y carretas. Mientras logran recuperar parte de su patrimonio, los vecinos han recibido a las familias en los corredores y patios de sus hogares.

“Ya perdí la esperanza de que lleguen apoyos“, expresó Modesto, quien estaba con su esposa y sus dos hijas cuando el mar arrasó con su enramada y entró en la sala de su casa.

FOTO: Alina Navarrete.

FOTO: Alina Navarrete.

El hombre de 40 años de edad dijo que el año pasado sus ventas bajaron por la pandemia, pero “por lo menos para comer sí sacábamos”. Ahora, con la pérdida provocada por el mar, las familias acumulan deudas de hasta 50 mil pesos.

Sin apoyo de las autoridades ni del alcalde electo del PRD, Rodrigo Pavón Gallardo, quien el 27 de mayo pasado visitó la comunidad y se comprometió a apoyar a los afectados si ganaba las elecciones, los afectados se encomiendan al Santo Niño Manuelito, para que puedan recuperar sus hogares.

FOTO: Alina Navarrete.

FOTO: Alina Navarrete.

Lee aquí: Tormenta ‘Andrés’ se degrada a depresión tropical en el Pacífico

Comparte esta nota