EFE.- Nueva York pondrá fin mañana jueves al estado de emergencia luego de más de un año de diversas medidas de confinamiento por el estallido de la pandemia de la Covid-19.
La decisión de las autoridades se debe a una mejora en la situación epidemiológica y al progreso en la vacunación de su población.
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“Estamos empezando a escribir un nuevo episodio postcovid para Nueva York. El estado de emergencia por desastre se termina y podemos enfocarnos en reimaginar, reconstruir y renovar nuestro estado”, anunció este martes en rueda de prensa el gobernador Andrew Cuomo.
Cuomo ordenó el estado de emergencia en marzo de 2020, cuando la región se convirtió en el epicentro de la pandemia, lo que le dio poderes extraordinarios para decidir sobre los cierres de la actividad, las regulaciones del sistema sanitario y facilitar la llegada de fondos de ayuda.
“Nueva York ha pasado de tener una de las peores tasas de infección a la tasa de infección más baja del país y todo ha sido gracias a los esfuerzos de los neoyorquinos que fueron fuertes y se unieron e hicieron lo necesario durante la pandemia”, explicó el demócrata.
A principios de mes, Cuomo levantó la mayoría de las restricciones para contener los contagios por Covid-19, sobre todo de capacidad, limpieza y distancia dentro de los establecimientos, al cumplirse la meta de un 70% de la población adulta con al menos una de las dosis contra la Covid-19.
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Cuomo indicó que no renovará el estado de emergencia, que expira mañana jueves, y ofreció una serie de cifras de contagios que muestran una tendencia a la baja durante más de dos meses, con una tasa de positividad de media semanal (pruebas positivias) del 0.36%.
Según el recuento oficial, en Nueva York fallecieron casi 43 mil personas a causa del coronavirus, pero las cifras de muertos se redujeron notablemente y en la última jornada murieron sólo seis personas.
Esa evolución coincide con la alta implementación de las vacunas, ya que, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), más del 52 % de los neoyorquinos de todas las edades completaron su vacunación, y el 71% de los adultos tiene puesta, al menos, una dosis.
