Casi 900 empleados del Servicio Secreto de Estados Unidos dieron positivo a Covid-19, según registros gubernamentales obtenidos por un grupo que monitorea las acciones del gobierno. El Servicio Secreto es una agencia federal que entre otras funciones protege la integridad del presidente en turno.
Los registros del Servicio Secreto muestran que 881 personas en la nómina de la agencia, supervisada por el Departamento de Seguridad Nacional, fueron diagnosticadas con Covid-19 entre el 1 de marzo de 2020 y el 9 de marzo de 2021, según documentos obtenidos por la organización Citizens for Responsibility and Ethics (CREW, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, D.C.
Los registros, recibidos mediante una solicitud amparada por la Ley de Libertad de Información, no incluyeron los nombres ni asignaciones de quienes dieron positivo a coronavirus.
477 de los funcionarios contagiados, es decir más de la mitad, trabajaban en la división de agentes especiales, que es responsable de proteger al presidente y al vicepresidente, así como a las familias de estos líderes y otros funcionarios del gobierno de Estados Unidos.
El Servicio Secreto emplea aproximadamente a 3 mil 300 agentes especiales, de los cuales mil 300 oficiales son de la División Uniformada y más de 2 mil laboran en apoyo técnico, profesional y administrativo.
La portavoz del Servicio Secreto, Justine Whelan, dijo que las pruebas de detección de Covid-19 aplicadas a los empleados fueron proactivas y se administraron más de 25 mil de ellas.
“La misión esencial de aplicación de la ley del Servicio Secreto requería que los empleados de la agencia permanecieran en contacto continuo con el público durante la pandemia. Ahora y durante la pandemia, el Servicio Secreto estaba completamente preparado y tenía el personal necesario para enfrentar con éxito estos desafíos”, dijo Whelan.
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CREW denunció que el gobierno del expresidente de ese país, Donald Trump, tomó medidas que arriesgaron la exposición al virus de los empleados del Servicio Secreto, pero no pudo verificar una relación directa con posibles contagios porque las identidades de estas personas siguen siendo privadas.
Cuando Trump se contagió de Covid-19, este fue trasladado en los vehículos presidenciales conducidos por personal del Servicio Secreto, el cual también se encargó de protegerlo.
El ahora expresidente también asistió a múltiples actos y eventos con la asistencia de muchas personas, incluido el anuncio de la nominación de Amy Coney Barrett a la Corte Suprema, a pesar de las restricciones vigentes entonces a las reuniones públicas.
