Durante las últimas semanas de su presidencia, Donald Trump y sus aliados presionaron al Departamento de Justicia para que investigara e impugnara las denuncias infundadas de fraude electoral generalizado de 2020, a pesar de que su exfiscal general declaró que no había evidencia de ello, según muestran los correos electrónicos recientemente publicados.
Los correos electrónicos, publicados el martes por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, revelan con nuevos detalles cómo Trump, su jefe de gabinete de la Casa Blanca y otros aliados presionaron a miembros del gobierno de Estados Unidos para impugnar los resultados las elecciones de 2020 basados en afirmaciones falsas, a pesar de que funcionarios de Seguridad Nacional y Justicia, así como los líderes electorales republicanos en todo el país, dijeron repetidamente que no había habido un fraude generalizado. El exfiscal general William Barr, un leal a Trump desde hacía mucho tiempo, fue uno de los que dijeron que no había evidencia de tal fraude.
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Los documentos se publicaron mientras legisladores estadounidenses continúan investigando la violenta irrupción del 6 de enero en el Capitolio por parte de seguidores de Donald Trump, quienes buscaban frustrar la certificación en el congreso de la victoria del demócrata Joe Biden.
“Estos documentos muestran que el presidente Trump trató de corromper a la principal agencia de justicia de nuestra nación en un descarado intento por revertir una elección que perdió”, dijo la presidenta del panel, Carolyn Maloney.
Los correos electrónicos también muestran hasta qué punto Trump trabajó para involucrar al entonces fiscal general en funciones, Jeffrey Rosen, en los fallidos esfuerzos legales de su campaña para impugnar el resultado de las elecciones, incluida la sugerencia de presentar un escrito ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
El 14 de diciembre, el día en que se certificaron los votos del Colegio Electoral y que Barr dijo que renunciaría a finales de ese mes, un asistente de Trump en la Casa Blanca envió una nota a Rosen con el tema “De POTUS”, un acrónimo de presidente de los Estados Unidos.
El correo electrónico enviado a Rosen, un fiscal general adjunto que se convirtió en fiscal general interino después de que Barr se fue, incluía puntos de conversación sobre un presunto fraude electoral en el condado de Antrim, en un estado clave en el campo de batalla, Michigan, como afirmaciones como “Está sucediendo un encubrimiento con respecto a la votación máquinas en Michigan” y “Michigan no puede certificar a favor de Biden”.
La divulgación se produce horas antes de una audiencia de la comisión con el director del FBI, Christopher Wray, quien testificó ante otro panel de la Cámara a inicios de este mes, y el general Charles Flynn, hermano del exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien se ha referido a teorías de conspiración electoral impulsadas por Trump.
El pasado 6 de enero, partidarios del presidente Trump interrumpieron abruptamente una reunión del Congreso el miércoles para frustrar la certificación del triunfo de Biden en las elecciones del 3 de noviembre. La caótica protesta provocó que los legisladores fueran evacuados del inmueble e interrumpió el proceso.
Poco antes, Trump realizó un mitin ante sus simpatizantes afuera de la Casa Blanca y les pidió que marcharan hacia el Capitolio. Horas más tarde, luego de que se habían enfrentado con la policía e ingresado al edificio, les dijo que se fueran “a casa en paz”. Describió a los manifestantes como “personas muy especiales” cuya causa respaldaba.
Con información de Reuters y AP
