En entrevista, Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, admite que en las elecciones “el golpe fue en la Ciudad de México”, pero afirma que el partido ganó en el país. Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), dice que no buscará candidatura para 2024 y al terminar su periodo regresará al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Además, al presidente Andrés Manuel López Obrador no le alcanzó la maquinaria electoral, los programas sociales, las giras para promocionar sus obras, ni ser el jefe de campaña de Morena, para repetir el tsunami de 2018. El mandatario se llevó dos golpes dolorosos: no tener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y perder nueve alcaldías en la capital, el bastión de la izquierda mexicana.
Y la campaña que le hizo Sedatu a Morena. En los meses previos a la elección del 6 de junio, los municipios gobernados por el partido del presidente López Obrador recibieron un trato privilegiado con obras de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu).
Miles de millones de pesos de su programa de mejoramiento urbano dieron fruto: en aquellos municipios beneficiados en los que hubo elecciones locales, Morena ganó 70% de los ayuntamientos.
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