La exposición La Palabra visible, escritura jeroglífica maya llegará a China y Corea del Sur en los próximos meses. FOTO: Twitter @PalacioCanton
Piezas de piedra, estuco, concha, papel, hueso y cerámica que son parte de la historia de los antiguos mayas forman parte de la exposición La Palabra visible, escritura jeroglífica maya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llevará a China y Corea del Sur en los próximos meses.
“Estamos trabajando una adaptación de esa muestra que se estrenó en 2019 en el Museo Regional Palacio Cantón, ubicado en Mérida, Yucatán, para que después se vuelva una exposición itinerante internacional“, aseguró el director del recinto, Bernardo Sarvide.
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Las intenciones del INAH y de la Secretaría de Cultura federal son llevar primero la muestra dentro de unos meses a China y a Corea del Sur.
“Estamos trabajando para que haya un intercambio diplomático con la Embajada de China y después llevar ese tipo de expresiones de México al mundo”, apuntó Sarvide quien mostró su alegría por el hecho de que una exhibición creada en Yucatán con piezas locales tenga alcance internacional.
“Hubo muchas exposiciones internacionales del INAH en las que ha participado el Museo Regional Palacio Cantón con algunas piezas, pero la que se va a Asia se generó aquí en Yucatán”, reiteró.
La Palabra visible, escritura jeroglífica maya es una muestra que actualmente se expone en el Palacio Cantón e incluye más de 80 piezas que cuentan historias de los reyes mayas como Uk’uuw Chan Chaahk, Señor del dominio de los Ka’n en Ho’, cuyo legado se observa en glifos tallados en hueso.
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“La muestra presenta fragmentos de nuestra historia que la selva no pudo destruir y que el fuego inquisidor no logró quemar. Hoy podemos leer en voz alta esos pedazos de historia y rememorar aquello que creíamos perdido”, explicó Guillermo Kantún Rivera, curador de la exposición.
Las piezas, que se podrán ser visitadas durante dos meses más en la ciudad de Mérida, forman parte del acervo arqueológico del Museo Palacio Cantón y provienen de ruinas arqueológicas como Ek Balam, Oxkintok, Mayapán y Uxmal, entre otras.
Los jeroglíficos mayas se realizaron en diversos materiales y objetos, como en un cajete de cerámica.
El facsímil del Códice de Dresde, que se realizó con papel amate y estuco policromado y pertenece al Museo de Sitio de la zona arqueológica de Chichén Itzá, es uno de los más populares en la muestra.
Con información de EFE
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