Falleció Carla Fracci, bailarina y musa de la Scala de Milán

Falleció Carla Fracci, bailarina y musa de la Scala de Milán
La estrella italiana del ballet Carla Fracci y Rudolf Nureyev, tras su interpretación de 'Giselle' en la Ópera de Roma, el 7 de febrero de 1980. Foto: AP

Carla Fracci, un ícono cultural italiano y exprimera bailarina y musa de la Scala de Milán, murió en su casa a los 84 años, informó el teatro de ópera italiano. 

La bailarina fue reconocida por su interpretación de papeles románticos, como Giselle o Cenicienta, junto a grandes como Rudolf Nureyev y Mijaíl Baryshnikov.

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El teatro de Milán recordó la trayectoria de Carla Fracci como el “ascenso de cuento de hadas”, pues fue hija de un conductor de tranvía que, con su “talento, obstinación y trabajo, se convirtió en la bailarina más famosa del mundo” e inspiró a generaciones de jóvenes.

Carla Fracci fue una figura cardinal en la historia de la danza y de La Scala, pero también un punto de referencia para la ciudad de Milán y la cultura italiana”, dijo el teatro en un comunicado.

Fracci nació en Milán el 20 de agosto de 1936 y pasó la Segunda Guerra Mundial con familiares en el campo para escapar del bombardeo frecuente de la capital industrializada de Lombardía

En una entrevista reciente con Sky TG24, Fracci se describió de joven como una “granjera” que no sabía nada del teatro o el mundo de la danza, “mucho menos esos zapatitos”.

A los 10 años ingresó a la academia y, tras viajar todos los días en el tranvía de su padre, se graduó en 1954, a los 18. 

Su primera actuación en el escenario fue en 1955 con otros estudiantes de ballet graduados al final de una puesta de La sonnambula de Bellini dirigida por Luchino Visconti y protagonizada por Maria Callas, con la dirección musical de Leonard Bernstein.

Obtuvo su gran oportunidad sustituyendo a la bailarina francesa Violette Verdy en Cenicienta el mismo año, y en 1958 había ascendido al papel de primera bailarina.

La fama de Carla Fracci se extendió rápidamente por el mundo, con invitaciones al Royal Festival Hall y las puertas abiertas en Estados Unidos, sin dejar de ser una figura central en La Scala. Se la identificaba con el papel de Giselle, que bailó con Nureyev y Baryshnikov, así como con el astro danés Erik Bruhn.

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En 1969, Carla Fracci recibió el premio Dance Magazine, considerado uno de los máximos honores para un bailarín.

Le sobreviven su esposo durante 57 años, el director de teatro Beppe Menegatti, y su hijo Francesco Menegatti, quien de niño la acompañaba a menudo en sus giras.

“Sentimos un gran vacío que, al mismo tiempo, nos hace sentir plenos y ricos en toda su historia, que es la historia del ballet, y privilegiados de haber compartido su arte”, dijo el director de ballet de La Scala, Manuel Legris.

Con información de AP

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