La compra de la refinería Deer Park en Texas, Estados Unidos, por Petróleos Mexicanos (Pemex) es un “sinsentido, pues ya genera pérdidas, “pareciera que a alguien se le ocurrió comprar una refinería para complacer los caprichos del Presidente”, planteó el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado.
Los legisladores cuestionaron la compra de una refinería que ya genera una caída considerable en sus ganancias, pues indicaron que Deer Park anotó pérdidas de mil 438 millones de dólares en 2019 y de 4 mil 56 millones de dólares en 2020. Destacaron que Pemex tenía conocimiento del estado de la empresa al tener ya el 50% de las acciones.
El grupo de senadores adelantó que pedirán a la Secretaría de Energía, de Hacienda y a la dirección de Pemex que respondan sus cuestionamientos sobre la operación de compra.
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Además, indicaron los panistas, la compra pone en duda la pertinencia de la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco. A esto añadieron que no hay claridad de la procedencia de los recursos con que se adquirió.
Plantearon que una empresa como Pemex, cuya deuda asciende a más de 100 mil millones de dólares, requiere una mayor planeación presupuestal.
Cuestionaron la insistencia que se ha tenido por el gobierno federal para invertir 8 mil 900 millones de dólares en la construcción de la refinería de Dos Bocas, cuando la adquisición de la mitad de las participaciones en Deer Park ascendió a 595 millones de dólares.
“Si tal como dice el presidente (Andrés Manuel) López Obrador, Dos Bocas tendría la misma capacidad de refinación que Deer Park, es un sinsentido pagar seis veces más por la misma infraestructura“, plantearon los legisladores.
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Recordaron que el presidente Andrés Manuel López Obrador refirió que la compra se hizo con los ahorros generados por el combate a la corrupción, pero no hay claridad de la procedencia de estos.
“No ha podido decir con claridad de dónde salen y dónde están esos supuestos ahorros por la corrupción”, apuntaron.
Para el grupo de senadores del PAN se hace necesario aclarar también por qué se decidió gastar en una refinería y no en el pago a proveedores a los que Pemex adeuda.
“La deuda de Pemex asciende a más de 100 mil millones de dólares, de hecho es la petrolera más endeudada del mundo. De esa cantidad, 13 mil 400 millones de dólares es la deuda a proveedores“, comentaron.
Plantearon que los recursos debieron emplearse en el pago de tratamientos para niños con cáncer o para medicamentos para padecimientos en los que más se reporta desbasto como diabetes, hipertensión y VIH.
