EFE.- La administración del presidente Joe Biden otorgó un contrato a la empresa Rapid Deployment Inc. por 614.3 millones de dólares para alojar en la base Fort Bliss, cerca de El Paso, Texas, hasta a 10 mil niños que han cruzado solos la frontera, pese a que la compañía no tiene experiencia con menores de edad, de acuerdo con el periódico digital Vice.
Al frente de la compañía está el republicano Bruce Wagner, que la fundó en 2006 y tendrá a su cargo erigir una enorme ciudad de tiendas de campaña para niños.
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El periódico afirma que la compañía ha provisto asistencia en desastres naturales como el huracán Katrina en 2005 y en crisis sanitarias como la actual pandemia de Covid-19, en la cual proporcionó al gobierno de Estados Unidos camiones refrigeradores para los cuerpos de las víctimas del coronavirus, pero nunca ha tenido un contrato tan grande para el alojo masivo de niños vulnerables.
Ahora tendrá a su cargo el trabajo en Fort Bliss, uno de varios sitios utilizados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos y la Agencia para el Manejo de Emergencias (FEMA) para alojar temporalmente a menores que llegan solos a la frontera mientras se les reubica con un familiar o patrocinador.
La llegada masiva de niños a Estados Unidos por la frontera sur ha hecho que el Departamento de Salud, que tiene bajo su custodia a más de 22 mil menores, otorgue contratos para la construcción y manejo de instalaciones a empresas privadas que, según los defensores de los menores, no están preparadas para hacerlo.
El campamento que levantará Rapid Deployment, que será el más grande de su tipo, es una respuesta a la situación de emergencia que se ha creado en la frontera y la falta de personal para atender a los niños.
En marzo pasado, la base militar recibió a los primeros 500 menores, de entre 13 y 17 años, en una instalación administrada por el propio Departamento de Salud mientras buscaba aumentar la capacidad del albergue para alojar al menos 10 mil niños.
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Abogados que defienden a los niños migrantes señalan que estos languidecen por semanas en carpas en esa base militar con actividades mínimas o clases para mantenerlos ocupados, con acceso irregular a duchas y lavandería, así como una preocupante falta de servicios de apoyo para gente joven que ha tenido que soportar trauma en su travesía por la frontera.
La representante demócrata Verónica Escobar aseguró a Vice que, tras visitar el pasado viernes Fort Bliss y conversar con cerca de media docena de niños que han estado en promedio más de cinco semanas en la base, está convencida de que el campamento que se pretende tener allí “no es una buena idea”.
Escobar considera que estos sitios grandes “son depresivos y desalentadores”, por lo cual, aseguró, hay que eliminarlos.
“Cuanto mayor es la burocracia, mayor es la instalación, mayor es el problema”, afirmó la legisladora, que representa la zona donde ubica la base.
En este momento, la base alberga a más de 4 mil 800 menores que viven en carpas. La capacidad será aumentada para alojar una meta de 10 mil de 12 años o menos, aunque el secretario de Salud, Xavier Becerra, ha dicho que no está previsto enviar allí niños pequeños.
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Destaca que, cuando la pandemia golpeó fuertemente al país en 2020, Wagner se aseguró 33 millones de dólares en contratos con el gobierno en sólo 30 días, lo que llevó a la revista Forbes a proclamarle “el maestro del desastre en Alabama”, donde nació la compañía.
También dijo que, después del huracán Katrina, otra compañía de Wagner, la Clearbrook, recibió 150 millones de dólares en contratos para construir ciudades de carpas y proveer una variedad de servicios para FEMA.
