Joel Ernesto Soto, director de la Policía Estatal Preventiva de Sinaloa, fue asesinado a balazos la mañana de este lunes en el kilómetro 85 de la autopista Benito Juárez, municipio de Salvador Alvarado.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Cristóbal Castañeda Camarillo, informó que el agente circulaba por la vía que conecta Los Mochis con Culiacán, cuando fue víctima del ataque armado.
Lee también: Suman 13 asesinatos de candidatos en el actual proceso electoral, informa la SSPC
“Es un lamentable hecho que nos hiere, no sólo a las corporaciones policíacas, sino a todo Sinaloa”, aseguró.
Soto no se encontraba en funciones al momento de la agresión, sino que se trasladaba desde su domicilio familiar para reincorporarse a la corporación, después de su descanso.
En su cuenta de Twitter, Castañeda Camarillo informó esta mañana de los hechos y se solidarizó con la familia de la víctima.
La Guardia Nacional, división caminos, fue el primer agrupamiento de seguridad que se presentó en el sitio del ataque y al darse cuenta que se trataba del director de la Policía Preventiva iniciaron las indagatorias correspondientes.
El titular de Seguridad Pública recordó a medios que recientemente Soto había logrado la detención de 7 personas en Mazatlán, así como el aseguramiento de armas de diversa capacidad.
Te puede interesar: Enfrentamiento entre policías y civiles armados en Sinaloa deja 9 detenidos
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa inició una carpeta de investigación por el delito de homicidio doloso en contra de Joel Ernesto Soto.
“Este organismo constitucional autónomo tuvo conocimiento de la comisión de dichos actos constitutivos de delito, ocurridos en el kilómetro 85 del tramo de la autopista Benito Juárez, en el municipio de Salvador Alvarado, por donde el jefe policial viajaba solo y conduciendo un vehículo Nissan, Sentra”, destacó el organismo en un comunicado.
Las indagatorias sobre el ataque iniciaron en el lugar por la Dirección General de Servicios Periciales y por el personal de la Policía de la Fiscalía. Como primeros indicios recogieron ojivas y casquillos de armas calibre .223 y 7.62.
