El príncipe William y su hermano, el príncipe Harry, hicieron fuertes críticas a la BBC y a los medios británicos por las prácticas poco éticas después de que una investigación concluyó que uno de los periodistas de la emisora utilizó un “comportamiento engañoso” para asegurar la entrevista televisiva más polémica que ofreció, en 1995, la princesa Diana.
Las circunstancias que rodearon la entrevista de hace más de 20 años fueron objeto de escrutinio después de que el hermano de Diana, Charles Spencer, presentó nuevas quejas sobre la utilización de documentos falsos y prácticas deshonestas por parte del periodista Martin Bashir para persuadir a Diana de que aceptara la entrevista.
La BBC nombró a un juez para dirigir una investigación sobre este caso. El jueves, un informe de la investigación aseguró que Bashir actuó de manera engañosa y violó las reglas de la BBC al falsificar extractos bancarios y mostrárselos a Charles Spencer para obtener acceso a la princesa.
El informe también criticó a la BBC por encubrir lo que sabía sobre las acciones de Bashir, y dijo que la propia investigación de la corporación sobre el asunto no cumplió con sus estándares habituales de integridad y transparencia.
En su declaración, William, de 38 años, destacó que los ataques de la BBC contribuyeron al deterioro del matrimonio de sus padres y agravaron los sentimientos de paranoia de Diana.
“La entrevista fue una gran contribución para empeorar la relación de mis padres y desde entonces ha lastimado a muchos otros. Es una tristeza indescriptible saber que los fracasos de la BBC contribuyeron significativamente al miedo, paranoia y aislamiento que recuerdo de esos últimos años con ella”, indicó William.
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En la entrevista Diana aseguró que “éramos tres en este matrimonio“, refiriéndose a la relación del príncipe Carlos con Camilla Parker-Bowles. Su sincero relato de su matrimonio fracasado con Carlos fue visto por millones de personas y envió un mensaje de confrontación con la monarquía.
“La forma engañosa en que se obtuvo la entrevista influyó sustancialmente en lo que dijo mi madre”, indicó el príncipe William y agregó que Diana “habría sabido que la habían engañado” si la BBC hubiera investigado adecuadamente las preocupaciones planteadas por primera vez en 1995.
Mientras tanto, Harry señaló que el problema era más grande que sólo la BBC y que “el efecto dominó de una cultura de explotación y prácticas poco éticas finalmente le quitó la vida“.
“Para aquellos que han asumido algún tipo de responsabilidad, gracias. Ese es el primer paso hacia la justicia y la verdad. Sin embargo, lo que me preocupa profundamente es que prácticas como estas, e incluso peores, todavía son muy usadas en la actualidad“, añadió Harry.
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La relación de los dos hermanos ha sido tensa desde que Harry dejó los deberes reales y se mudó a los Estados Unidos con su familia el año pasado. Pero ambos comparten una difícil relación de casi toda la vida con los medios, y sus declaraciones del jueves fueron coordinadas para su publicación al mismo tiempo.
El presidente de la BBC, Richard Sharp, apuntó que la corporación acepta los hallazgos de la investigación y agregó que “hubo fallas inaceptables“. La emisora escribió a la familia real para disculparse.
Bashir, que era el editor de religión de BBC News, dejó la empresa la semana pasada por motivos de salud. El periodista de 58 años se ha sentido gravemente enfermo con complicaciones relacionadas con Covid-19.
En un comunicado, afirmó que lamentaba profundamente haber falsificado los extractos bancarios y lo calificó de “una estupidez“. Pero agregó que sentía que “no tenía nada que ver con la elección personal de la princesa Diana de participar en la entrevista“.
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Diana se divorció de Carlos en 1996 y murió en un accidente automovilístico en París en 1997 mientras era perseguida por paparazzi. Carlos, el heredero al trono, se casó con Camilla, ahora duquesa de Cornualles, en 2005.
“En la mayoría de las organizaciones, se habría llamado a la policía para ver si Martin Bashir debería haber sido procesado por falsificación, y habría sido despedido instantáneamente por engaño. En cambio, la BBC lo nombró su editor religioso”, indicó el abogado de medios Mark Stephens del bufete de abogados Howard Kennedy, que no está involucrado en el caso.
Con información de AP
