El Estadio Alfredo Harp Helú recibió a cerca de 5 mil aficionados de los Diablos Rojos del México, más de un año después de que la pandemia de Covid-19 obligó a aplazar la temporada 2020, y en el juego inaugural de la 2021 ante el Águila de Veracruz se rindió homenaje al personal de salud por su lucha contra el coronavirus.
Los aficionados cumplieron un estricto protocolo para ingresar al estadio: toma de temperatura, aplicación de gel antibacterial. En un segundo filtro, cerca de la puerta Francisco Toledo, se repetían las medidas.
Todos los presentes en el juego inaugural de los Diablos Rojos debían portar cubrebocas de manera adecuada y se les regaló uno por precaución.
En las gradas, se optó por asientos para una, dos, tres y hasta cuatro personas, dejando una fila vacía para respetar la sana distancia.
Para la ceremonia del lanzamiento de la primera bola en el juego inaugural de la temporada, cuatro representantes del personal médico de la CDMX hicieron los honores, recibiendo el agradecimiento de los aficionados en su regreso al estadio de los Diablos Rojos del México.
LUZ POR LOS FALLECIDOS
Tras la quinta entrada, la iluminación del estadio Alfredo Harp Helú se apagó para que los aficionados encendieran lámparas como símbolo para recordar a los fallecidos por la Covid-19, un emotivo momento en el juego inaugural de la temporada entre Diablos Rojos y El Águila de Veracruz.
