Foto: EFE.
AP .- El Departamento de Justicia de Estados Unidos durante la administración de Donald Trump obtuvo en secreto los registros telefónicos de 2017 de un corresponsal de la CNN, informó la cadena televisiva este jueves tras revelar la existencia de una presunta investigación para identificar las fuentes de un periodista.
La revelación se produce dos semanas después de que The Washington Post reveló que el Departamento de Justicia incautó el año pasado los registros telefónicos pertenecientes a tres de sus periodistas que cubrían la investigación sobre Rusia.
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CNN expresó que la dependencia del gobierno de EU informó a la corresponsal del Pentágono, Barbara Starr, en una carta del 13 de mayo que obtuvo registros telefónicos y de correo electrónico que cubrían un período de dos meses entre el 1 de junio y el 31 de julio de 2017.
“CNN condena enérgicamente la recopilación secreta de cualquier aspecto de la correspondencia de un periodista, que está claramente protegida por la Primera Enmienda. Pedimos una reunión inmediata con el Departamento de Justicia para obtener una explicación”, dijo el presidente de CNN, Jeff Zucker, en un comunicado publicado por la cadena.
El Departamento de Justicia confirmó que los registros fueron solicitados formalmente el año pasado, aunque no reveló nada más sobre la investigación y a qué podría referirse.
CNN señaló que en el período de dos meses precisado en la misiva, los informes de Starr incluyeron historias sobre Siria y Afganistán, así como la cobertura de las opciones militares de Estados Unidos en Corea del Norte que se ofrecían al ahora expresidente Donald Trump.
“Los registros en cuestión se refieren a 2017 y el proceso legal para buscar estos registros fue aprobado en 2020”, dijo el portavoz del Departamento de Justicia, Anthony Coley, en un comunicado.
Además, Coley adelantó que los altos mandos del Departamento se reunirán “pronto” con los periodistas para escuchar sus preocupaciones respecto a las notificaciones recientes, con el objetivo de reafirmar su compromiso con una prensa “libre e independiente”.
La CNN refrió que la carta a Starr estaba firmada por John Demers, el fiscal general adjunto a cargo de la división de seguridad nacional del Departamento de Justicia, y Raj Parekh, el fiscal federal en funciones del Distrito Este de Virginia.
La carta indicaba que el gobierno buscaba los registros de la extensión telefónica de Starr, el número de teléfono de la cabina de la CNN, ambos en el Pentágono, así como los registros de su casa y de su teléfono celular.
El gobierno norteamericano añadió que había obtenido “información no contenida” de sus correos electrónicos, que incluiría información sobre los remitentes y destinatarios, pero no el contenido real de las comunicaciones.
En 2015, el Departamento de Justicia, bajo la dirección del exfiscal general Eric Holder, anunció la revisión de las directrices para obtener registros de los medios de comunicación durante las investigaciones de filtraciones criminales.
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La política actualizada fue una respuesta a la indignación de las organizaciones de noticias por las tácticas de la administración de Barack Obama, consideradas demasiado agresivas y hostiles hacia la recopilación de noticias.
Bruce Brown, director ejecutivo del Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa, expresó hoy jueves que la incautación de registros telefónicos constituía una “gran historia que acaba de crecer”.
“Que el Departamento de Justicia de Trump haya incautado los registros de comunicaciones de un periodista de otra organización de noticias sugiere que los esfuerzos de la última administración para entrometerse en las relaciones entre reporteros y fuentes y enfriar la recopilación de noticias son más amplios de lo que originalmente pensamos”, apuntó Brown.
En este sentido, solicitó que el Departamento de Justicia explique exactamente lo que sucedió y “cómo planea fortalecer las protecciones para el libre flujo de información al público”.
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