AP – Pese a que el sistema de oleoductos fue liberado tras un pago de casi 5 millones de dólares, el abastecimiento de combustible no se ha normalizado en algunas regiones de Estados Unidos, lo que se está resintiendo principalmente en la zona sur del país hasta los estados centrales de la costa atlántica
Luego de un ciberataque que obligó a cerrar la tubería de gasolina más importante del país, los estados con la mayor afectación son Virginia y Washington D.C.
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El servicio de monitoreo GasBuddy mostró el viernes que 86% de las gasolineras en Washington D.C. estaban sin combustible, así como más de la mitad en Virginia y 42% en Maryland.
Más de 70% de las gasolineras en Carolina del Norte se quedaron sin combustible y más de la mitad en Georgia y Carolina del Sur también se vieron afectadas.
El dueño de una estación en Virginia dijo que el problema eran las compras masivas inducidas por pánico. “Es un frenesí”, dijo Barry Rieger, dueño de una gasolinera en Burke, Virginia, en declaraciones a WJLA-TV.
La empresa Colonial Pipeline, con sede en Georgia, reportó el jueves un “avance sustancial” en la resolución del cierre causado por el hackeo de su red.
La compañía dijo que las operaciones se habían reiniciado y que se estaban haciendo entregas de gasolina en todos sus mercados, aunque tomará “varios días” para que todo regrese a la normalidad y algunas áreas podrían experimentar “interrupciones intermitentes del servicio durante este periodo”.
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La problemática provocó que los precios de la gasolina que se cotizan en el mercado de Nueva York dieran un salto de 1.34% a 2.12 dólares el galón, afectando no sólo las regiones con el problema de abastecimiento, sino, también al resto de los consumidores.
Al menos cinco sistemas escolares en Carolina del Norte anunciaron el jueves que cambiarían a clases por internet durante la crisis de suministro de gasolina. Entre ellos estaban los condados de Durham, Franklin, Vance y Wake, que el viernes cancelaron las clases presenciales. El correo electrónico enviado a los padres en el condado de Wake, el mayor en Carolina del Norte, mencionó “el impacto de la escasez de gasolina en la disponibilidad de personal y el transporte de estudiantes”.
Los negocios también resintieron el impacto.
En el autódromo Dixie Speedway en Woodstock, Georgia, todos los vehículos de mantenimiento y seguridad estaban siendo abastecidos antes de las carreras de los dos sábados próximos, pero “todas las gasolineras cercanas —en un radio de una milla (1.6 kilómetros) de nosotros— se quedaron sin gasolina”, dijo Mia Green, gerente general de la pista. Ella conoce de al menos un par de pistas en la región que cancelaron carreras de este fin de semana debido a que los equipos pudieran no llegar debido a la escasez.
